Los conductores de la EMT alertan del riesgo de atropellos con el incremento de autobuses por el centro de València

València

Las obras para quitar uno de los carriles bus de la calle Colón se llevarán a cabo durante el puente de diciembre para poder poner en marcha la reestructuración de líneas anunciada ayer por la alcaldesa de València, María José Catalá, entre el 11 y 12 de diciembre. Así se lo ha trasladado la dirección de la EMT al comité de empresa, que advierte que los cambios se han diseñado sin contar con una valoración de riesgos.

Es lo que asegura en declaraciones a la Cadena SER Gregorio Rabadán, el presidente del comité de empresa de la EMT. A su juicio, los grandes perjudicados de la reestructuración serán los usuarios que viven en el extrarradio, que tendrán que soportar recorridos más largos, con más tráfico y con menos frecuencias de paso.

Pero sobre todo Rabadán alerta del peligro que puede suponer para la seguridad, porque muchos más autobuses van a tener que convivir con los peatones en espacios ya de sí muy concurridos como la calle San Vicente o la plaza del Ayuntamiento.

Además, los conductores de la EMT califican los cambios en Colón como una salvajada. Un paso atrás que provocará muchos más atascos en esa vía comercial porque todos los autobuses irán por un solo carril que muchas veces está ocupado por taxis que cargan o descargan a sus pasajeros.

Los comerciantes aplauden los cambios

En cambio, los cambios anunciados ayer son muy bien recibidos por los comerciantes que reclamaban que cuatro de las líneas desviadas en 2020 volvieran a entrar al centro histórico y finalmente serán siete, lo que atraerá a muchos más clientes a esta zona comercial.

En la SER, el presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, Borja Ávila, explica que ellos pedían que esas líneas pasaran por Poeta Querol, pero ven bien que finalmente entren hasta la plaza del Ayuntamiento. Ahora bien, recuerda que ellos trabajando desde hace casi dos décadas a favor de la peatonalización del centro, pero sin perder el transporte público.

De hecho, gracias al plan impulsado por los comerciantes en 2004 durante los gobiernos de Rita Barberá se peatonalizaron 11 calles del centro y se desdoblaron las aceras en otras 20 calles reduciendo los carriles para el tráfico privado. En cambio, según los comerciantes, al margen de las peatonalizaciones de las plazas del Ayuntamiento, de la Reina y el Mercado Central, no se han llevado a cabo otras peatonalizaciones en calles comerciales.