¿Por qué no somos todos iguales en una ciudad como Alicante?
La desigualdad, la diferencia de rentas, afecta a la educación o a la sanidad que reciben los ciudadanos y, por tanto, a su capacidad de progresar económicamente o a su esperanza de vida
La Columna de Carlos Arcaya: «¿Por qué no somos todos iguales en una ciudad como Alicante»
Alicante
Se habla mucho estos días de la igualdad, un concepto que el PP trata de apropiarse asegurando que el pacto con los nacionalistas consagra la desigualdad de los españoles. Como si los populares no hubieran hecho concesiones para llegar al poder a lo largo de su historia.
Pero estaría bien que no solo nos fijáramos en la igualdad entre autonomías, en donde también, si quieren, podríamos analizar por qué el PP en Madrid se comporta como una aspiradora que todo lo absorbe, sin preocuparse, en apariencia, por una mínima solidaridad interterritorial.
Y podríamos preguntarnos ¿por qué no somos todos iguales en una ciudad como Alicante? Tener más o menos posibilidades depende del barrio en el que hayas nacido. Y en ese sentido, podríamos preguntarnos por qué Alicante, año tras año, en las estadísticas del INE, sigue teniendo alguno de los barrios más pobres de España.
Esa desigualdad, esa diferencia de rentas, afecta a la educación o a la sanidad que reciben los ciudadanos y, por tanto, a su capacidad de progresar económicamente o a su esperanza de vida.
Así, que vamos a ponernos a ello. A construir una ciudad más inclusiva, más justa y más equitativa, con servicios de proximidad y con ciudadanos empoderados, en donde haya una mayor solidaridad interurbana para ser también más iguales.