La terrible confesión del parricida de Sueca: dejó coger el teléfono a su hijo mientras lo acuchillaba para que su madre lo escuchara
"Le agarré del cuello y le clavé el cuchillo varias veces", ha reconocido el hombre en el juicio
Valencia
Un hombre ha reconocido que mató a su hijo de 11 años recién cumplidos en su vivienda de la localidad valenciana de Sueca el 3 de abril de 2022 con la intención de "causar dolor" a su mujer, con la que se había separado y a la que había maltratado, tanto física como psíquicamente, durante el matrimonio de ambos. El asesinato confeso tuvo lugar tras discutir con el menor: "Le agarré del cuello y le clavé el cuchillo varias veces". Ha indicado que el asesinato no se habría producido si su expareja hubiera frenado los trámites de divorcio y ha llegado a confesar que permitió al menor coger el teléfono móvil a su madre mientras le acuchillaba.
El juicio contra el acusado se debía celebrar a mediados del mes de diciembre ante un jurado popular en la Audiencia de Valencia pero tuvo que aplazarse hasta hoy ante la posibilidad de que la deliberación coincidiera con las fiestas de Navidad.
El hombre se enfrenta a una pena, tal y como reclama el ministerio fiscal, de prisión permanente revisable por un delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco. Además, esta acusación solicita siete años de prisión para el acusado por un delito de amenazas, otro de maltrato, otro de quebrantamiento de condena, maltrato físico y psíquico habituales.
Petición de prisión permanente revisable
Tanto el fiscal como la acusación particular han pedido este martes que el padre sea condenado a prisión permanente revisable. La acusación particular reclama, además, que el acusado tenga prohibido acudir o residir en Cullera -donde reside la madre- o comunicarse con su exmujer durante 35 años, y que la indemnice con medio millón de euros.
La acusación particular sostiene que durante el matrimonio el acusado sometió a su esposa a "una situación de constante control, limitando sus relaciones con amigos y familiares" y con constantes insultos y agresiones.
La madre cayo así en una "profunda soledad social", hacía "todo lo que él quería para no discutir, incluso salía de casa con su hijo a pasear tras una discusión, pero a partir de la pandemia las cosas fueron empeorando".
La mujer -siempre según la acusación particular- sufrió varias agresiones, e incluso una amenaza con arma blanca, desde que en febrero de 2021 dijo a su marido que quería divorciarse. En marzo ella decidió irse con su hijo a casa de sus padres, en Cullera.
En agosto el procesado se presentó en casa de sus suegros en estado de embriaguez para pedirle a su mujer que le entregara al niño, pero se negó y avisó a la Guardia Civil. Esta visita se repitió en otras ocasiones hasta que la mujer denunció.
El 11 de agosto de 2021 un juzgado de Sueca impuso al acusado, entre otras penas, la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de su mujer, su domicilio y cualquier lugar frecuentado por ella, así como de comunicarse con ella durante ocho meses.
Lo apuñaló con dos cuchillos de cocina
El suceso tuvo lugar el 3 de abril de 2022 en la vivienda familiar ubicada en Sueca, meses después de que el acusado, de 47 años, se hubiera divorciado de su mujer y se hubiera acordado la custodia compartida del menor --niño muy deseado tras tres inseminaciones artificiales y que cumplió los once dos días antes del crimen-- tras 17 años de matrimonio en los que la madre sufrió malos tratos físicos y psicológicos, según mantiene la Fiscalía y la acusación particular.
Ese día, domingo, el acusado mató a su hijo, de 11 años recién cumplidos, acuchillándole repetida y profundamente con dos cuchillos de cocina en el cuello, cara, torso y cabeza, según las acusaciones. El asesinato se produjo tras una discusión. En un momento dado, el acusado le dijo a su hijo '¡Vaig a per tú!' --Voy a por tí--, con lo que el menor mandó un mensaje de WhatsApp a su madre diciéndole que si podía ir a por él.
La madre intentó ponerse en contacto telefónico con él sin obtener respuesta hasta que el acusado permitió que su hijo cogiese el móvil. Su madre solo pudo oír cómo su hijo la llamaba con un grito desgarrador: 'mamááááá' y se cortó la comunicación.
"En 2022 estaba con una incapacidad en el trabajo por depresión y alcoholismo y estaba tomando medicación para la ansiedad", ha relatado. Tras su testimonio, ha declarado en la vista su exmujer protegida por un parabán y a puerta cerrada para evitar su revictimización.
Sentencia condenatoria previa por malos tratos
Al respecto, el acusado ha aclarado que la relación que mantenía con su expareja hasta separarse era "buena" y ha negado insultos o maltrato físico. En el año 2021, ha expuesto, la mujer le comunicó que quería separarse porque se había enamorado de otro hombre y ahí discutieron, pero ha negado haberla agarrado del cuello. "Reaccioné malamente pero no la insulté nunca", ha apostillado pese a que hay una sentencia condenatoria contra él por haberla cogido del cuello.
Seguidamente la mujer abandonó el domicilio familiar junto a su hijo y se fueron a la vivienda de los padres de ella, ubicada en la localidad valenciana de Cullera. Ha indicado que la seguía llamando e intentó volver con ella varias veces, pero ha negado que infringiera la orden de alejamiento.
La relación que él mantenía con su hijo, según ha dicho, era "muy buena" y ha expuesto que hasta el momento de los hechos no había tenido "un choque" o una discusión con el menor. El día del cumpleaños del menor, el 1 de abril de 2022, ha explicado que llamó a su exmujer para que el domingo le llevara al niño y poder celebrar ese día con él.
Momentos antes de la comida --ha narrado-- discutió con su hijo porque "no quería estar ahí y quería irse con su madre. No estaba a gusto. Me dijo que yo no era su padre y ahí pasó todo lo que pasó. Nos enganchamos, le agarré del cuello y le clavé el cuchillo varias veces. El niño estaba quieto", ha indicado para afirmar que no recuerda el número de puñaladas que le dio.
Estando vigente la pena de alejamiento, el acusado llamó en reiteradas ocasiones a su expareja, e incluso acudió al colegio de su hijo, ha sostenido la abogada de la madre en su informe inicial.
El divorcio definitivo se produjo el 22 de septiembre por mutuo acuerdo del matrimonio, que fijó la custodia compartida del hijo. El menor asesinado cumplió 11 años el 1 de abril de 2022 y el padre pidió a la madre comer con su hijo el domingo 3 de abril.
Una vez los dos solos en el domicilio del acusado, y por motivos que no han sido aclarados, el padre cogió dos cuchillos de la cocina y amenazó al menor, que envió un mensaje a su madre para que fuese a recogerle.
La madre le llamó de inmediato, pero el padre ya había empezado a apuñalarle y "solo pudo escuchar un grito de "mamaaaaá", detalla el escrito de la acusación particular.
El menor recibió más de veinte puñaladas, la mayoría en la región anterior del cuello, pero también en la mandíbula, clavícula y tórax, que lesionaron paquetes vasculares vitales y causaron una muerte "exageradamente cruel" por desangramiento.
Desde entonces la madre presenta un trastorno adaptativo derivado de una reacción depresiva reactiva al fallecimiento de su único hijo y está en tratamiento por un cuadro ansioso depresivo.
El juicio, por el procedimiento del jurado, se ha retomado este martes tras haberse suspendido el pasado 18 de diciembre ante la falta de conformidad entre las partes y para evitar que la deliberación coincidiese con las festividades navideñas.