El Mediterráneo también es una ‘necrofrontera’, aunque nos importe poco
Las personas migrantes buscan trabajos, estudiar, reunirse con sus familias, huir de la pobreza, de la violencia o de los desastres naturales; lidian con mafias y se juegan la vida
La Columna de Carlos Arcaya: «El Mediterráneo también es una ‘necrofrontera’, aunque nos importe poco»
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Alicante
Hace unos días les contamos que 776 personas llegaron a la costa alicantina en pateras a lo largo del pasado año, lo que supone un incremento notable con respecto a las 410 de 2022. En total, según datos de Cruz Roja tuvieron la suerte de alcanzar este lado del Mediterráneo 56 embarcaciones precarias.
Lejos de criminalizarles o contribuir a esos mensajes ultras que hablan de invasiones, hay que recordar que son personas migrantes que buscan trabajos, estudiar, reunirse con sus familias, huir de la pobreza, de la violencia o de los desastres naturales; lidian con mafias -afortunadamente, vemos como se ha empezado a juzgar a patrones de estas embarcaciones- y se juegan la vida.
Al respecto, la ONG 'Ca-minando fronteras' acaba de publicar su informe anual, en el que recuerda que tan solo en la llamada Ruta Argelina, por la que estas personas llegan a Almería, Murcia, Alicante y Baleares, han documentado el fallecimiento de 434 personas. Se hundieron 34 embarcaciones de las cuales en 22 casos no se activaron los dispositivos de búsqueda.
El Mediterráneo es muchas cosas, pero también una ‘necrofrontera’, aunque nos importe poco.