Alicante

Alguno pensará que a 90 segundos para que llegue el apocalipsis, como sostienen los promotores del llamado 'reloj del fin del mundo, creado en 1947 por un grupo de científicos atómicos de la Universidad de Chicago, no tiene mucho sentido que dediquemos la mitad de esta edición del 'Abierto de Hoy por Hoy Alicante' a hablar de turismo. Pero lo cierto es que el tiempo no deja de ser una convención social con la que nos miden y con la que nos medimos. Una especie de esclavitud moderna de la que también, a veces, tenemos que escapar. Y en estos tiempos postpandémicos, en los que hemos dejado de aspirar a acumular posesiones, en la que preferimos vivir experiencias, el turismo y viajar son un objetivo y una necesidad. Una válvula de escape para que si "llega la medianoche", al menos nos pille con unos planes que nos hagan cierta ilusión.

Todo ello no quita que FITUR, la Feria Internacional del Turismo de Madrid, en su 44º edición, no deje de ser una pequeña (o grande) feria de las vanidades en la que todos los países, todas las autonomías de nuestro país y muchos municipios se exhiben. Mostramos lo mejor, lo que más enorgullece y tapamos lo que ni brilla ni brillará ni tiene por qué hacerlo.

Y sobre FITUR 2024 han empezado a reflexionar Natxo Bellido, Pepe Soto y Sofía Morales. Allí, en IFEMA, la Costa Blanca vuelve a exhibir músculo después del récord de visitantes de 2023. También se prevé que este año se vuelva a superar esa cifra. En lo que respecta a la Diputación acude a la cita hablando de sostenibilidad, de accesibilidad y de innovación y con la intención de seguir consolidando este motor económico de la provincia.

Los socialistas critican a la Generalitat que haya reducido la inversión turística y la falta de modelo. Por su parte, los populares responden que están incapacitados para hacer criticas por su 'turismofobia' demostrada con la intención de aprobar una tasa turística.

Pero pese al momento dulce, hay que pensar en el futuro. ¿Por qué?

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El cambio climático. Hay algún estudio que pone de manifiesto que si siguen las olas de calor se reducirá el número de turistas e incluso bajará el gasto que realizan.

El sector tiene retos que afrontar como el problema de la masificación. Si siguen viniendo más y más turistas, en determinados momentos del verano no cabrá más gente y habrá que apostar por la diversificación y la desestacionalización.

Los hoteleros ganan rentabilidad, pero también hay que mejorar los sueldos y las condiciones laborales de los trabajadores.

¿Cómo se regula la vivienda turística? ¿hay que regularla? ¿cómo evitar que los apartamentos turísticos dificulten el acceso a la vivienda de los que viven en esas ciudades que cada vez lo tienen mas complicado para encontrar un piso?

Y finalmente, hay que apostar por la intermodalidad y más en nuestro caso, el aeropuerto es necesario que este conectado con la alta velocidad.

Macrodepósitos del puerto de Alicante

Y si la historia se repite, en Alicante, puede que vuelva a tener una instalación de grandes depósitos de combustible en su puerto. Pepe Soto hablaba de un planta de betunes. Sofia Morales aseguraba que no es el lugar. Y Natxo Bellido cree que su instalación es un riesgo para la ciudadanía

Lo cierto es que los más viejos del lugar recuerdan al entonces alcalde Ángel Luna con soplete en mano, en el año 95, eliminando los antiguos depósitos de CAMPSA. Ahora, otra empresa pretende volver a instalar unos nuevos depósitos. El proyecto es antiguo. Se pidió licencia en el año 2013 y desde entonces no se le ha concedido, pero la posibilidad esta ahí.

Estos días Alicante Plaza y el Información hablaban de unos informes realizados por el anterior Consell, hasta ahora desconocidos y que no son vinculantes, pero que afirman que los depósitos se podrían construir sin declaración de impacto ambiental.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante afirma que no los quiere. También es cierto que durante todo este proceso, el Tribunal Constitucional anuló, por invadir competencias ajenas, una iniciativa de la Generalitat 'botánica' para que no se pudieran instalar a menos de un kilómetro de viviendas.

Así que vamos a ver qué pasa y que dice el nuevo Consell.

Puentes que hay que cruzar y puentes que hay que quemar