La receta de FACSA ante la escasez de agua: Más eficiencia, reutilización, desalación y una nueva regulación tarifaria

Valencia

Mejorar la eficiencia y apostar por la reutilización y la desalación. Es la receta de FACSA, la empresa castellonense de gestión del agua con 150 años de historia, que ha realizado un estudio sectorial, el primero, sobre el modelo de gestión del agua en España. El estudio concluye que ha cambiado el paradigma, que no es que el agua esté mal repartida entre una España húmeda y otra seca, es que simplemente falta agua. Eso obliga a, primero, invertir en mejores infraestructuras que aumenten la eficiencia y la apuesta decidida por la reutilización y la desalación, como apuntaba José Claramonte que es el director general de FACSA.

Pero, además, FACSA apuesta, en segundo lugar, por crear un 'Fondo Nacional' del agua y modificar la actual estructura tarifaria para homogeneizarla en todo el país. De esa forma se centralizaría la inversión en infraestructuras y el criterio para hacerlas basándose en la colaboración público-privada. Las nuevas tarifas deberían tener en cuenta todos los costes del agua, incluídos los sociales y los ambientales.

Y es que las pérdidas medias en la red de abastecimiento urbano se sitúan, según FACSA, en algo más del 15%. Y sin embargo, destaca el estudio, España cuenta con una de las tarifas más bajas de la Unión Europea, es la séptima por la cola.

El primer Estudio FACSA sobre el modelo de gestión del agua en España concluye que ahora mismo, en el contexto europeo, España es el tercer país con mayor estrés hídrico por detrás de Malta y Bélgica. El volumen de agua embalsada está al 50% y sin embargo la demanda de agua no hace más que aumentar.

En cuanto a usos, el mayor porcentaje de consumo corresponde al sector agrario, un 80%. Le sigue el consumo doméstico (15'5%). Y aunque el estudio detecta que la disponibilidad de agua viene disminuyendo desde 2005, el tratamiento y la reutilización se han mantenido estables e incluso la inversión pública se ha situado un 50% por debajo a los valores reflejados en 2010.

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El trabajo, que se ha realizado junto con la consultora de Asuntos Públicos Red2Red durante cinco meses, nace de un contexto claro. El acceso al agua potable y al saneamiento son derechos humanos fundamentales, pero la disponibilidad de recursos hídricos es finita, y depende de factores como el crecimiento poblacional, el crecimiento económico, el surgimiento de nuevos usos, y los efectos del cambio climático. Un ejemplo es la sequía que está afectando actualmente a muchas Comunidades Autónomas.