El devastador y mortífero incendio de este jueves en un bloque de 138 viviendas en la ciudad de Valencia se explica por varios factores, pero hay uno en concreto que es determinante para explicar su voracidad. El siniestro comenzó sobre las 17:30 en un inmueble que terminó de construirse en 2009 en la esquina de las calles General Avilés con Maestro Rodrigo, una zona de viviendas de nueva construcción en el barrio de Nou Campanar, de grandes avenidas y zonas comerciales y de ocio, al noroeste de la ciudad del Turia. Sin duda, el intenso viento, de unos 60 km/h, al iniciarse el fuego en la séptima planta del edificio tiene algo que ver en su rápida propagación, pero pese a esos factores adversos hay uno que desencadena la voracidad del incendio: el revestimiento de poliuretano de la fachada. La vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de València y especialista que peritó el edificio, Esther Puchades, no tiene dudas: bajo las piezas de aluminio colocadas en la fachada del edificio hay poliuretano, un producto «totalmente inflamable, que es lo que ha provocado la expansión de las llamas en menos de media hora». «En 2005 (cuando se construyó el edificio calcinado) no estaba tan extendida la mala fama del poliuretano», añade Puchades. «Hoy no se utiliza, al menos no de esa forma». De hecho, este material ha provocado grandes incendios en edificios en los últimos años, como el de la torre Grenfell de Londres en 2017. Preguntada por si hay otros edificios en Valencia construidos con elementos similares, ha apuntado que lo desconoce pero que es posible y que es conveniente revisar este tema «por la seguridad de las personas». La promotora que levantó el edificio de Valencia, Fbex, entró en concurso de acreedores agobiada por sus deudas tras caer por el pinchazo del boom inmobiliario. En un vídeo de hace 17 años de la promotora, donde presentaba su complejo situado en el barrio de Campanar de Valencia, vendía la misma como «dos edificios vanguardistas y singulares» con «fachadas revestidas con un innovador material de aluminio tipo alucobond» y la «máxima calidad en materiales de construcción con unas modernas instalaciones, acabados y equipamientos». La empresa aseguraba que se habían aplicado «rigurosos controles de calidad durante todo el proceso de edificación» de la promoción de 138 «privilegiadas viviendas». Sin embargo, el arquitecto y diputado socialista en Les Corts David Calvo ha señalado en su cuenta de X que en ese vídeo «se olvidaron de decir que cada panel solo tenía 0,5 milímetros de aluminio, frente a 5 milímetros de polietileno macizo». El poliuretano es un derivado de la reacción química entre un diisocianato y un poliol, que también puede llevar otros aditivos. Es un compuesto muy utilizado por su resistencia, flexibilidad o rigidez, en función de cómo se haya hecho el proceso de fabricación. Entre sus aplicaciones habituales, los fabricantes lo destacan como aislante para neveras, productos aislantes para la construcción, acolchado para muebles, colchones, componentes del automóvil, recubrimientos y adhesivos, suelas de calzado o ropa deportiva. La inflamabilidad del poliuretano varía significativamente entre sus diferentes tipos. Las espumas de poliuretano, utilizadas normalmente para el aislamiento, embalaje, y en muebles, pueden ser particularmente susceptibles a la inflamación, sobre todo si no están bien cubiertas. Estas espumas pueden arder rápidamente si se exponen a una fuente de fuego directa, liberando humos que pueden ser tóxicos. Según la citada experta en peritación, el incendio de Valencia, de fachada ventilada y revestimiento de poliuretano, va a crear «un antes y un después» en España, donde hasta ahora no se había producido ningún siniestro similar. Esther Puchades recuerda que el uso de poliuretano no está prohibido en la construcción, pero dada la virulencia de este incendio se podría replantear su uso. «Cuando se calienta es como un plástico, prende», ha señalado. El poliuretano se sigue utilizando, pero con barreras cortafuegos para impedir que se propague el fuego en caso de incendio y los fabricantes están pendientes de mejorar su composición. Las fachadas ventiladas tienen un hueco entre el ladrillo y unos paneles metálicos exteriores y se utilizó en este edificio finalizado en 2009 y construido con una calidad media-alta, según la experta, que lo conoce porque hizo un peritaje por una cuestión no relacionada con este material.