El Ayuntamiento de València realizará inspecciones para controlar la calidad del aceite en los puestos de churros y buñuelos

València

Ya han comenzado oficialmente las Fallas en València y, con ellas, también los tradicionales puestos de churros y buñuelos que, cada mes de marzo, ocupan las calles de la ciudad para alimentar a los visitantes que la recorren durante estas fiestas.

Este año, se han solicitado 136 puestos de masas fritas en València, una cifra ligeramente superior a la de 2023 y muy elevada respecto al 2022, en el que se instalaron 103 puntos de venta.

Desde la concejalía de Sanidad y Consumo, se realizarán dos tipos de inspecciones diferentes, que se centrarán, sobre todo, en cuestiones alimentarias y de salud como, por ejemplo, la calidad del aceite con el que se fríen los churros y buñuelos.

El concejal encargado de este servicio, José Gosálbez, también señala que se controlará que los puestos cumplan con la normativa correspondiente.

Las inspecciones se realizan con un equipo perfectamente calibrado

En concreto, Gosálbez explica que estos controles garantizarán la seguridad alimentaria de los consumidores con la supervisión de los aceites empleados para elaborar los dulces y la correcta conexión de las tomas de agua en los puntos de venta.

El concejal insiste en que estos deben ser de grifo, "nunca manuales". Las inspecciones se llevarán a cabo por parte de los técnicos de la Oficina Municipal del Consumidor, departamento integrado en el Ayuntamiento de València y en coordinación con la Policía Local.

Estos se encargarán de asegurar que los puestos cuenten con la lista de precios, hojas de reclamación y la cartelería informativa correspondientes. Gosálbez avanza que, este año, el control de calidad se realizará con un equipo perfectamente calibrado para medir la calidad del aceite, que se debe cambiar cada día.