"No notamos la mayoría de terremotos": la red sísmica valenciana registra casi mil desde 2022

València

Casi mil terremotos se han detectado desde la Comunitat Valenciana en los últimos dos años, tal y como se desprende de los datos disponibles en el portal de la Red Sísmica de la Comunitat Valenciana (SISCOVA). Sin ir más lejos, el domingo 24 de marzo se registró en la localidad alicantina de Ibi. Unas cifras que pueden parecer alarmantes, pero que se encuentran dentro de la tónica habitual, según las voces expertas.

Desde SISCOVA tienen siete estaciones distribuidas por toda la geografía valenciana para detectar terremotos y otras dos en la zona de Cartagena (ya en la Región de Murcia) para poder vigilar mejor el impacto de estos fenómenos y evitar daños mayores.

Así lo explica Sergio Molina, profesor del departamento de Física Aplicada y director del grupo de investigación de Ingeniería y Riesgos Sísmicos en la Universidad de Alicante (UA). En concreto, señala que durante todo el año se producen muchos sismos, pero la mayoría de ellos de muy poca intensidad, y que por tanto no se producen con la misma frecuencia que en zonas de Italia, Grecia o Estados Unidos. Asegura Molina que "la mayoría no los notamos", pues eso, como norma general, ocurre con los que son de intensidad superior a tres.

Molina, que también es miembro de SISCOVA, asevera que los terremotos no se pueden predecir, pero sí se pueden instalar esas estaciones para detectar sismos y medir cómo se mueve el suelo. "Eso puede permitir elaborar mapas a tiempo real para determinar dónde se deben desplegar los servicios de emergencias cuando sea más urgente", ha añadido.

Mejorar la resiliencia sísmica

Este experto afirma que muchos municipios valencianos ya cuentan con su plan de actuación de riesgo sísmico y que eso es fundamental para saber qué pasos debe seguir cada ayuntamiento afectado, porque cada municipio tiene sus peculiaridades. Al respecto, Molina espera que en los próximos años se adopten estas medidas por toda la Comunitat Valenciana para mejorar la resiliencia sísmica.