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Los hornos y pastelerías tradicionales de la Comunitat Valenciana en serio peligro de extinción

El Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, que afirma que no ha sabido hacer pedagogía, lamenta que no existan estudios específicos como en otros países

Haciendo pan / Larisa Stefanuyk

Valencia

Juanjo Rausell, presidente del Gremio, explica que hemos llegado a un punto que parece no tener retorno. Y es que después de haber superado años de competencia desleal de grandes superficies y otros establecimientos comerciales por la vía de la calidad, ahora se encuentran con que no hay relevo generacional. Los y las jóvenes no quieren ser horneros ni pasteleros. Y no tener unos estudios regulados con un mínimo prestigio no ayuda a revertir esa situación.

Es contundente Rausell: si las administraciones no se implican los hornos y pastelerías tradicionales irán cerrando y nos quedaremos sin ellos.

Juanjo Rausell (pdte. Gremio horneros y pasteleros) pide apoyo a las administraciones

Además, lamenta Rausell que mientras ellos se han adaptado a la nueva realidad la sociedad sigue pensando que el de hornero y pastelero es un oficio de durísimos horarios que no da dinero. Y no es verdad, es un oficio que da de comer y que ha regulado el empleo de sus trabajadores porque, como dice Rausell, si no les miman aún faltaría más personal, y tienen horarios "normales", con el único handicap de tener que hacer turnos de fin de semana.

No ha cambiado la mentalidad del consumidor pero sí el cliente. Los hornos y pastelerías tradicionales venden calidad, la calidad que no vende su competencia. Eso se paga porque su materia prima es más cara.

Actualmente el gremio de Valencia representa a 400 locales, 210 son productores y el resto puntos de venta, que generan 1.500 puestos de trabajo. Entre sus agremiados hay negocios de Alicante y de Castellón.

Juan Magraner

Editor 'Hoy por Hoy Matinal Comunitat Valenciana'...