Las empresas valencianas buscan diversificarse ante el incremento de tensión internacional con la crisis en Oriente Próximo

València

El aumento de la tensión en Oriente Próximo ya está afectando a las empresas valencianas y puede retrasar las previsiones de reducción de la inflación y de los tipos de interés de toda Europa. El Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunitat Valenciana asegura que la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, sumado ahora al conflicto entre Israel e Irán, añaden más tensión a un contexto ya de por sí difícil. La solución pasa por consolidar los mercados más estables como los europeos o Estados Unidos y abrir nuevos, como Turquía o los países del Golfo.

El presidente del Consejo de Cámaras, José Vicente Morata, afirma en la SER que los sectores más perjudicados por la inestabilidad internacional son los que más productos fabrican para la exportación. Sin embargo, hay algunos que se pueden ver beneficiados como el turismo, ya que la Comunitat Valenciana es un destino con mucha estabilidad y seguridad, que ejerce como destino sustituto de otros donde ahora hay conflictos bélicos.

La clave: la diversificación

En todo caso, Morata insiste en que la diversificación es la clave y, aunque las empresas valencianas están muy bien posicionadas y son muy rápidas a la hora de abrir nuevos mercados, afirma que hay que dar el salto al Sudeste asiático.

La incertidumbre internacional afecta a la economía

Por ahora las cámaras de comercio mantienen sus previsiones de una bajada de la inflación a partir del segundo semestre del año en la Comunitat Valenciana, aunque con cautela, ya que si la situación entre Israel e Irán empeora, las previsiones corren peligro. Afirma que la incertidumbre es la gran enemiga de la actividad económica y es una mala noticia la guerra en Oriente Próximo.

En este contexto, surge el puerto de València como un centro logístico que está permitiendo que las mercancías a nivel internacional no se bloqueen por la crisis en el Mar Rojo. Esta infraestructura, una de las más importantes del Mediterráneo, está funcionando ahora como centro de recepción de grandes mercantes y reparto de contenedores a puertos más pequeños, aunque esto conlleva un gran aumento de los costes de transporte.