Las Kellys lamentan que no se convoquen las mesas de trabajo para calcular la carga que pueden soportar

Alicante

En este primero de mayo las camareras de piso de la provincia de Alicante recuerdan que siguen esperando la regulación de la carga de trabajo que soportan y que supone "ritmos frenéticos", sobre todo en los momentos de mayor afluencia de visitantes.

Mientras se baten récords de ocupación, este colectivo lamenta que las Mesas de Trabajo para calcular esa carga se haya quedado, por ahora, tan solo en un papel cuando se aprobó el convenio de Hostelería hace cerca de un año.

"Terminamos rotas"

La portavoz de la Asociación de Kellys de Benidorm-Marina Baixa, Yolanda García, asegura que esta profesión y la sobrecarga acaban provocando lesiones y dolencias crónicas, por lo que ya han pedido, a nivel nacional, que se incorpore al lote de nuevas profesiones con jubilación anticipada, "al ser lo suficientemente dolosa".

Y es que "una mujer con 67 años no puede estar haciendo una media de entre 20 y 25 habitaciones al día". "Terminamos rotas", lamenta esta portavoz que recuerda que "casi ninguna camarera de piso se jubila a su edad y en condiciones".

Convenio de hostelería y creación de Mesas de Trabajo

El nuevo convenio de hostelería de la provincia de Alicante se firmó hace cerca de un año. En él se recoge que hay que regular la carga de trabajo de las camareras de piso, pero "pocos hoteles hacen los estudios ergonómicos psico-sociales necesarios que marca la ley para calcular los ritmos de trabajo". Pone el ejemplo de la pasada Semana Santa cuando soportaron "ritmos inadmisibles" y este puente de mayo será otro momento de gran afluencia de visitantes, y "con el verano a la vuelta de la esquina".

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El convenio recogía también, como novedad, la creación de una Mesa de Trabajo específica para que se avanzara en el cálculo de los ritmos de trabajo, que se deben realizar hotel por hotel, al tener cada uno características diferentes. De ello, no hay nada, ha lamentado.

Solo en Benidorm hay más de 4.000 camareras de piso. Y explica Yolanda García que, cuando van a las mutuas, tienen que pelear para que las dolencias con las que acuden sean reconocidas como consecuencia del ejercicio de su profesión.