Psicólogos y psiquiatras se incorporarán a los servicios sociales para atender a las personas sin hogar

València

Un total de 366 personas duermen actualmente en la calle en la ciudad de València. El el dato que maneja la orden de Sant Joan de Déu que, desde hace años, trabaja con el colectivo de personas sin hogar. Son personas que, por distintas razones, no quieren acudir a los albergues municipales. De hecho, calculan que el 40% de los sin techo sufre patología dual, es decir, que sufren adicciones o problemas de salud mental, o las dos cosas a la vez.

Por eso, el Ayuntamiento de València quiere poner en marcha una iniciativa que ya está funcionando en Barcelona a través de esta ONG: incorporar a los equipos de servicios sociales que atienden a este colectivo, y que ahora están formados básicamente por integradores sociales, a psiquiatras y psicólogos que sean capaces de realizar una atención ambulatoria a todas estas personas y así ofrecerles una atención más integral que sirva para que puedan salir de esta situación.

La alcaldesa María José Catalá ha mantenido una reunión durante más de dos horas con los responsables de Sant Joan de Déu para interesarse por ese proyecto que funciona ya en Barcelona.

Y es que, según dice Catalá, una de sus obsesiones de su gobierno es conseguir que ninguna persona acabe durmiendo en las calles de València. Es algo complicado, reconoce la alcaldesa, porque todavía hay muchas personas que no quieren acudir a los albergues y demás recursos municipales.

La excusa de los animales de compañía ya no existe porque hay albergues que sí permiten la entrada de mascotas. Catalá explica que estas personas rehúsan acudir a estos espacios de acogida temporal porque no pueden consumir alcohol u otras drogas o por sus problemas de salud mental.

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Así las cosas, el Ayuntamiento ya ha iniciado los trámites para convertir una nave municipal de la calle Santa Cruz de Tenerife, muy cerca de la central de Policía de la avenida del Cid, en un nuevo albergue municipal.

Catalá calcula que costará medio millón de euros, para lo cual ya hay partida presupuestaria asignada. Se adecuará para atender principalmente a familias con niños. Este albergue estará al lado del CAES, el Centro de Atención a Emergencias Sociales, que ahora solo abre en momentos de mucho frío o calor y que también se pretende que sea permanente.