Jaime vs Jaime: el duelo por ser el 'runner' más rápido de la familia

Alicante

Les presentamos a los rivales en este 'familiar' duelo. Jaime Zaragoza Llorens tiene 54 años y lleva algo más de una década corriendo. Ha jugado a fútbol y en la actualidad su trabajo de panadero, con sus exigentes horarios, hace que solo pueda entrenar entre las tres y las cinco de la tarde. Forma parte de un club de corredores que le aportan buen ambiente en los entrenos y le ayudan a sobrellevar los altibajos que siempre surgen en el camino.

Jaime Zaragoza Teruel tiene 21 años. Es profesor de pádel. Muy herculano, como su padre, por ello, durante estos días están de enhorabuena tras el ascenso a 1ª RFEF de los blanquiazules. Jugó a tenis y hasta hace dos años no se planteó lo de empezar a correr. Cuando su profesión le deja un hueco se calza las zapatillas de running y empieza a correr. Algo que cada vez le gusta más. Eso sí, entrena en solitario acompañado únicamente por su música favorita.

En esta edición de Alicante Corre nos han contado como toda esta rivalidad surgió en 2022 con motivo del 10K de Alicante. Se apuntaron para probarse mutuamente. Y el padre le dio una paliza el hijo. En la misma carrera del año pasado tuvo lugar la revancha. Los márgenes se estrecharon, pero algo más de dos minutos volvieron a separar al progenitor del vástago.

Pero pensando en que 'a la tercera va la vencida' o que 'no hay dos sin tres', depende de a quién le preguntes, ambos mantienen la disputa. Y en este ocasión han decidido hacer una apuesta más fuerte. Competirán por quien termina primero en la Gran Carrera del Mediterráneo que se celebrará el 10 de noviembre de 2024. Se van a preparar apostando por sus respectivas fortalezas, el más joven no tiene prisa sabe que la edad 'corre' a su favor, pero el padre, que tiene mucha más experiencia y más fondo, por ello, se lo pondrá difícil.

Hay queda el 'sano' envite. Y si recuerdan en este mismo espacio, hace unas semanas, ya tuvimos a una madre y a una hija, a Vero y a Kelly, pero entre ambas la relación era mucho menos competitiva, más amable o más colaborativa. Aunque en ese caso, también, la más veterana todavía seguía siendo la más rápida.

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