100 días de Diana Morant al frente del PSPV

València

Recurriendo a la norma no escrita de dejar pasar los primeros cien días para hacer balance de nuevas responsabilidades, ya toca hacerlo con el Diana Morant al frente del socialismo valenciano, que no del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, donde lleva más tiempo y es otro tipo de responsabilidad. Para empezar, precisamente, esa distinción me parece muy oportuna porque aunque sea habitual que nuestros políticos compaginen varios cargos, en estos más de tres meses desde que fue elegida en el Congreso de Benicàssim, a la secretaria general del PSPV se le echa un poco en falta en el día a día de esa tarea que le ha otorgado, nada más y nada menos, que el título de líder de la oposición en la Comunitat.

Es normal, entendible y hasta deseable que Morant defienda su tarea como miembro del Gobierno de España y toda la tarea que desarrolla Sánchez y su ejecutivo para el país en general, y nuestra tierra en particular. De hecho, es el gran argumento al que pueden y deben aferrarse los socialistas valencianos, pero no el único, por lo que su jefa de filas, creo, debe intensificar más su presencia física y política por esta, su tierra. Recién elegida tuvo que afrontar su primer gran reto electoral con las europeas y lograron un resultado digno. Sin embargo, eso, y aunque en teoría faltan tres años para los próximos comicios locales, autonómicos o generales, no parece suficiente frente a un PP que gobierna todas las principales instituciones de la Comunitat si quieren intentar recuperar las cuotas de poder que perdieron el pasado año.

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