La calle "La Tripa", símbolo del casco antiguo de Elda
Gabriel Segura, cronista oficial de Elda, muestra la singularidad de la calle "La Tripa", tal y como se conoce entre los vecinos de la ciudad
J. Cruces
Elda
La calle Gonzalo Sempere de Elda, más conocida entre los eldenses como "calle La Tripa", es un ejemplo de la historia y tradición de Elda. Este año, la calle celebra el centenario de su nombre oficial, en homenaje al párroco Gonzalo Sempere, quien en el siglo XVIII contribuyó significativamente al embellecimiento de la iglesia de Santa Ana.
La peculiaridad de esta calle reside en su trazado irregular, que contrasta con la simetría y rectitud de las calles modernas. Su aspecto serpenteante, con secciones más anchas y otras más estrechas, le ha valido su nombre popular que evoca los intestinos de un animal. Esta singularidad ha hecho que la calle conserve una esencia especial y una conexión emocional con los vecinos de la ciudad.
La calle Gonzalo Sempere es también un punto central durante las fiestas de los Moros y Cristianos. Aquí se encuentra la sede de la comparsa de los Moros Marroquíes, convirtiéndose en un lugar de encuentro para jóvenes y visitantes que participan en las fiestas. Además, la calle recoge numerosos cuartelillos, espacios donde se vive intensamente el espíritu festero.
Hace 25 años, la calle fue peatonalizada, lo que ha permitido a los vecinos continuar la tradición de salir a tomar el fresco en las noches de verano, una imagen cada vez más escasa en las zonas urbanas. Esta vida vecinal activa es un testimonio de la importancia de conservar las calles históricas.
En un esfuerzo por revitalizar el casco antiguo de Elda, el ayuntamiento ha recibido una ayuda de 3 millones de euros de los fondos Next Generation de la Unión Europea. Esta financiación permitirá la restauración del castillo y la conservación de zonas históricas, impulsando la regeneración del casco antiguo. Tal y como manifiesta Gabriel Segura, cronista oficial de Elda, “la iniciativa busca fomentar la vida en el casco antiguo, estimular el comercio local y reforzar el sentido de comunidad entre los residentes”.
Los resultados de esta inversión se verán a largo plazo, pero ya se vislumbra un futuro prometedor para la ciudad. La preservación de calles como Gonzalo Sempere no solo es fundamental para mantener viva la historia de Elda, sino que también contribuye al desarrollo de una ciudad más vibrante y cohesionada.
Este proyecto es una noticia positiva que refleja un compromiso con la historia cultural de Elda, asegurando que las futuras generaciones puedan disfrutar de su rica herencia.