La calle de Mendizábal
Un 29 de julio de 1837 se firmó la famosa ley de desamortización impulsada por Juan Álvarez Mendizábal, con la que se expropiaban forzosamente y se ponían en el mercado las tierras y bienes en poder de la iglesia católica. Una calle en el barrio de la Malvarrosa nos recuerda su vida y obra
'Callejeando': la calle de Mendizábal (02/09/2024)
València
Juan de Dios Álvarez Méndez, más conocido como Mendizábal, fue el político más influyente del liberalismo español, protagonista indiscutible de la revolución progresista que tuvo uno de sus episodios más famosos en la ley de desamortización que lleva su nombre, promulgada un 29 de julio de 1837, cuando Mendizábal ejercía el cargo de ministro de Hacienda. Con ella, pretendía sanear financieramente las paupérrimas arcas del estado, expropiando y sacando a subasta pública las tierras y bienes que estaban en las “manos muertas” de la iglesia católica.
La figura de Mendizábal fue idolatrada entre los sectores liberales de todo el país, pero tenía especial predilección en València, debido a su estrecha relación con la familia Beltrán de Lis, la saga de revolucionarios antiabsolutistas que le ayudó a entrar en los círculos progresistas de la época.
En nuestra ciudad, las medidas desamortizadoras llevadas a cabo durante el gobierno de Mendizábal propiciaron un viejo anhelo del Estado Liberal: transformar una ciudad conventual en una burguesa. Los monasterios de la Puridad, la Merced y Santa María Magdalena fueron derribados para dar paso a las primeras actuaciones urbanísticas del nuevo régimen y sobre los solares resultantes se construyeron edificios de viviendas, se instalaron servicios públicos y se abrieron nuevas calles, cuyos nombres estaban inexorablemente unidos a los valores liberales que el régimen quería difundir.
Tras su muerte en 1853, Mendizábal se convirtió en uno de los mitos políticos del progresismo español y se realizaron decenas de manifestaciones en su honor. En Madrid se erigió una estatua en la plaza del Progreso y en València se le dio al Parterre el nombre de plaza de Mendizábal. También en Russafa, en 1911, se rotuló como calle de Mendizábal la antigua de la Sarieta, actual Mosén Femenía. Incluso Benito Pérez Galdós le dedicó uno de sus Episodios Nacionales.
Pero como suele pasar con los cambios abruptos de régimen político, después de la Guerra Civil, todos los homenajes públicos a Mendizábal fueron borrados de las ciudades y su nombre fue condenado al olvido. Fue ya en el ocaso del franquismo, con los primeros aires de aperturismo del régimen, cuando se empezó a recuperar la memoria de ilustres republicanos y progresistas como Blasco Ibáñez o el mismo Mendizábal. Así, en 1971, al último tramo del Camino de Vera, ya en la zona urbana del barrio de la Malvarrosa, en el límite municipal con Alboraya, se le dio el nombre de calle de Mendizábal. Un reconocimiento tardío y periférico que no soslaya la relevancia de este personaje histórico.
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