La Solana Trail: la gran fiesta forajida de la montaña
La XII Solana Trail... ¡y la más forajida!
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Alicante
Ostenta el récord del Camino de Santiago corriendo, ha vivido la gran aventura en autosuficiencia en el famoso GR11 y ya ha perdido la cuenta del número de pódiums en carreras de primer nivel de trails de larga distancia. Pocas palabras hacen falta para presentar a Miguel Mataix, todo un referente en la comunidad montañera y un tipo muy querido y respetado por sus compañeros, como corredor y como persona.
Miguel ha llegado al estudio forajido escoltado por Raquel Amorós y con un pedazo de cartel bajo el brazo, el de la XII Solana Trail que se celebrará el 6 de octubre en Beneixama (Alicante).
Una prueba que ya ha colgado el cartel de sold out con mil participantes que durante tres días convertirá un pequeño pueblo de la montaña de Alicante de apenas 1.700 habitantes en anfitrión de la gran fiesta de las pruebas de montaña.
Durante la tarde del viernes 4 octubre, los más pequeños -niños y niñas de tres a doce años llegados de toda la provincia- comenzarán a 'calentar' en los talleres de robótica y de realidad virtual de Robotikids y pintando los dorsales con los que, el sábado por la mañana, participarán en el minirunning por las calles de Beneixama. ¡Creando cantera!
La tarde del sábado, una leyenda de la ultradistancia, Silvia A. Trigueros, y el 'Himalayista en los ratos libres' Gonzalo Fernández García, cruzarán las puertas del auditorio Pedro Joaquín Francés para conversar con los corredores de
El domingo, a las 7 de la mañana, cuando ni siquiera haya salido el sol, comenzarán a repartirse los primeros dorsales y bolsas. Será a las 8:30, ni un minuto antes ni un minuto después, cuando suene la señal de salida de la XII edición de la Solana Trail.
Y ya que estamos, no se pierdan la feria gastronómica y de comercio «Beneixama, Xe qué bó!» ni la fiesta postcarrera: casi 1.000 litros de cerveza muy fría, 1.500 longanizas para reponer fuerzas y música, mucha música tras la prueba más forajida y más inclusiva a este lado del Vinalopó.
Por cierto..., ¡de Beneixama a los Apalaches, hay solo un paso!