Mazón propone una conjura valenciana para que la nuclear de Cofrentes no cierre en 2030

València

El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha propuesto una "conjura de la sociedad valenciana" para que la central nuclear de Cofrentes (Valencia) no se cierre en 2030, como está previsto, ya que, de ser así, la Comunitat Valenciana perderá "el 45% de su energía".

La central tiene en la actualidad 750 trabajadores y más de 1.200 empleos adicionales durante las paradas técnicas, además de generar 11 millones de euros anuales a los municipios cercanos y ser dique contra la despoblación.

Mazón, que ha planteado esta propuesta durante la entrega este martes de los Premios Levante-EMV, ha señalado que, igual que hubo una "gran conjura" y un gran apoyo de la sociedad valenciana por la ampliación del puerto de València y se consiguió, un año después "vale la pena" luchar por la energía de esta tierra.

"Me declaro independentista energético, no político ni fiscal", ha destacado el president, quien ha defendido que la Comunitat Valenciana necesita no depender de los demás en la energía y ser capaz de producir la energía que necesita, y en este contexto la energía nuclear es "fundamental".

Mazón ha afirmado: "la agenda de la energía nuclear está ya establecida, salvo que el pueblo valenciano se conjure para que pueda ser útil", y ha manifestado que cree "sinceramente" que la energía nuclear está "suficientemente acreditada" como una energía limpia y necesaria para los polígonos y las industrias.

Panorama nuclear a nivel internacional

El president ha señalado que Reino Unido ya habla de cuadruplicar su capacidad nuclear para 2050, Bélgica va a ampliar diez años el funcionamiento de dos centrales nucleares, Suecia ha anunciado una nueva central para 2026, en Italia el Gobierno quiere introducir regulaciones para permitir el uso de tecnologías nucleares, y Estados Unidos pone en marcha dos nuevos reactores nucleares.

"No podemos perder ese tren", ha afirmado Mazón, quien ha pedido volver a unirse "todos, sin colores, sin matices, sin disputas, por algo que es absolutamente estratégico".

El Gobierno no tiene previsto replantearse el calendario de cierre

Fuentes del Gobierno central recuerdan a la SER que fue en 2019 cuando las empresas propietarias de las centrales firmaron con Enresa un protocolo de cierre ordenado de 2027 a 2035. Ese calendario incluye el de Cofrentes en 2030 y no hay ningún motivo para modificarlo. Las empresas tenían mucha incertidumbre sobre los costes necesarios para garantizar su seguridad a largo plazo y el Gobierno necesitaba planificar la transición energética y la gestión de los residuos radiactivos. El calendario de cierre estipula una senda ordenada y prudente, compatible con la senda de incremento de generación renovable, paragarantizar la seguridad de suministro y un precio razonable de la electricidad. A diferencia de lo que ocurre en otros países europeos, es un calendario acordado con las empresas, a las que tampoco les saldría rentable mantener la producción nuclear. De hecho, en la primera mitad de este año la producción nuclear ha caído casi un 10%. El Gobierno no tiene previsto replantearse el calendario de cierre y no hay ninguna empresa que haya manifestado interés en construir nuevas centrales. Añaden que el Gobierno no actúa por ideología; el Gobierno ha desarrollado una alternativa más barata, segura y respetuosa con el medio ambiente que la nuclear, y son las renovables.

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