Isabel Díaz Ayuso: o ella o el caos

Alicante

Los tiempos judiciales hacen que la sombra de los casos de corrupción sea alargada. Tras la condena de Zaplana, la reacción de manual, como hizo el presidente Mazón, es pasar de puntillas, hablar de casos del pasado y apelar a la presunción de inocencia.

Pero no siempre es así. Por ejemplo, Toni Pérez ha asegurado que Zaplana, su antecesor, fue un excelente alcalde de Benidorm. Luego están dirigentes, como la madrileña Isabel Díaz Ayuso, quien afirma que a Zaplana se le ha vulnerado la presunción de inocencia.

Y no es lo mismo la reacción de Toni Pérez que la de Ayuso. Si para el primero el condenado hubiera sido un rival político, entonces ya no valdrían ni afinidades personales ni cariño ni roces ni medias tintas ni otras zarandajas. Entonces, apelaría a la necesaria ejemplaridad.

Sin embargo, la presidenta madrileña, lejos de patinar, sigue una perfecta estrategia trumpista. Polariza, enfanga, confunde, victimiza (o se victimiza) y culpa de todo el supuesto calvario que ha pasado Zaplana al Gobierno de Pedro Sánchez y a una persecución de todos los poderes del Estado. Y lejos de estar en decadencia, esta forma de entender la política está en auge. Tremendo. Así que, ya lo saben, o ella o el caos.

Condena al zaplanismo