La València Olvidada: L'assut de l'Or (por Vicent Escrivà)

València

Si paseamos por la Ciutat de les Ciències, pasando el puente del Assut de l’Or, conocido como “el jamonero”, entre el Àgora y el Oceanogràfic, podemos ver en una pequeña zona ajardinada del antiguo cauce del Turia los restos de una antiguo “assut” con su caseta de compuertas, un importante edificio del patrimonio hidráulico vinculado a la “séquia de l’Or”, con un extraordinario valor histórico, arquitectónico y etnológico

La historia de este edificio tiene su origen en el año 1822, cuando se crea la comunidad de regantes “El Canal de Riego del Río Turia”, y se da inicio a la construcción de la denominada “séquia de l’Or”, una acequia madre con la que se regarán los arrozales de Alfafar y Russafa, Sedaví y Benetússer. Sus promotores fueron grandes propietarios de tierras en la zona de arrozales de la Albufera que querían aprovechar los sobrantes del río Turia cerca de su desembocadura. Se expropiaron terrenos y se indemnizaron a los agricultores por sus cosechas al tiempo que se excavaba la acequia. Todo ello quedó reflejado en las actas de los archivos de la comunidad.

“Assut” y caseta de compuertas fueron construidos entre los años 1822 y 1829. En su construcción, entonces como “Azud del Canal del Turia”, después “assut de l’Or”, participó el arquitecto Joaquín Cabrera Laraiche (1799/1800-1855). Este era un complejo sistema de ingeniería hidráulica, con un origen árabe (al-assud), que tenía como objetivo elevar el nivel de agua del río Turia con el fin de derivar parte de su caudal a la “séquia de l’Or”, la última de las acequias construidas en la huerta de Valencia que regaba las tierras de la margen derecha del río, en su mayor parte tierras de arrozal de la Albufera. Esta será la única acequia histórica que no formaba parte de las acequias regidas por el Tribunal de las Aguas.

Este “assut”, junto con los de las acequias de Rascanya y Rovella, son los únicos azudes históricos de la ciudad de València, con la particularidad de que el “assut de l’Or” es el único que conserva la caseta de compuertas con todos sus elementos. Estos son:

1) La presa, de grandes dimensiones y escalonada (aprox. 200 m. de largo x 6 m. de ancho) construida con losas grandes y argamasa, de la que se conserva una pequeña parte, y…

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- La caseta de las compuertas (aprox. 8,60 x 6,10 m), utilizada como vivienda de los guardas, que protegía y daba consistencia a las construcciones ubicadas en la planta baja: las bocas o golas, configuradas por una doble arcada con un apoyo central de piedra por donde entra el agua en el cajero de la acequia madre, y la almenara, una compuerta situada inmediatamente a continuación de la presa, cuya función era la de regular el caudal de agua necesario, vertiendo al río la sobrante.

Este “assut” era el origen de la “séquia de l’Or y fue precisamente un 23 julio del año 1829 a las once y media de la mañana, cuando una vez terminada de excavar la acequia madre se abrió paso al agua procedente del río Turia. A partir de ese momento se inicia el riego de los arrozales, utilizando el caudal sobrante del río (el que no utilizaban las acequias del Tribunal de las Aguas), a lo que se añadían las aguas residuales de la ciudad, rica en materia orgánica, y de gran valor como abono para fertilizar los campos, cualidad ésta por la que fue conocida como la “séquia de l’Or”.

La gran riada del año 1957 afectó de forma sustancial a este edificio. En su fachada conserva un azulejo que nos indica que el agua llegó a cubrir la práctica totalidad de la caseta de compuertas. Un año después de la desastrosa riada se aprobó el Plan Sur y el desvió del cauce del río Turia a su paso por Valencia. Con ello, el “assut de l’Or”, junto a los de Favara, Rascanya y Rovella, quedaron inutilizados y fue necesario construir uno nuevo, el denominado “azud del Repartiment” (La Cassola) con cuatro presas, una para cada acequia.

A partir de ese momento, hablamos de inicios de los años 60 del siglo pasado, el viejo ”assut”, con la casa de las compuertas quedó fuera de uso y, en la actualidad, se conserva, en su emplazamiento original, inmerso en la Ciutat de les Ciències, como ya hemos comentado, entre el Ágora y el Oceanogràfic, y, en parte, bajo el puente del Assut de L’Or.

El edificio, rehabilitado en 1990 como indica un panel cerámico adosado a su fachada, nunca llegó a abrirse al público y en la actualidad no se encuentra en las mejores condiciones (grafiti, refugio de indigentes, con colchones y otros…). Tratándose de una gran obra de Ingeniería hidráulica que en estos momentos está a punto de cumplir los 200 años de su construcción, no sería descabellado poner este pequeño edificio en valor como un espacio cultural vinculado al patrimonio del agua, en el marco incomparable de la Ciutat de les Ciències.

Texto: Vicent Escrivà, arqueólogo del SIAM y director del Museu de l'Almodí

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