El mundo fallero, otro colectivo golpeado por la DANA: las Falleras Mayores de València transmiten un mensaje de esperanza y unión
Talleres falleros, casales e indumentarias pasados por barro. Así ha perjudicado la riada del pasado 29 de octubre el desarrollo de las Fallas 2025
Analizamos las consecuencias de la DANA para el colectivo fallero (08/11/2024)
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València
Las inundaciones del pasado 29 de octubre han golpeado con ensañamiento a toda la sociedad valenciana. Y, entre todos los colectivos afectados, se encuentra, lógicamente, el fallero. Comisiones, talleres, artesanos... toda la red de sociabilización que forma la familia fallera está -como todos- en estado de shock. Y, sin embargo, ha respondido, como hace siempre, con trabajo y solidaridad.
Lo hemos podido comprobar en la misma 'zona 0' de la catástrofe, en Picanya, donde el casal de la Falla Vistabella, situado en la orilla izquierda de la rambla, se ha convertido en una auténtica ONG, actuando de almacén y punto de reparto de suministros (especialmente de comida, agua y ropa). Y no ha sido el único. De hecho, no había un barrio de la ciudad donde no hubiese un casal fallero abierto a la solidaridad, demostrando una capacidad de convocatoria y movilización más que potente.
Los estragos de la riada
Los daños son cuantiosos y todavía difícil de determinar. Hay más de veinte talleres falleros damnificados, sobre todo en l'Horta Sud, pero también en La Ribera y Camp de Turia. Entre ellos, los de Pedro Santaeulalia (en Benetússer), Paco Giner (Benifaió), Fede Alonso (Cullera) o Joan Blanch (Algemesí).
Es el caso, por ejemplo, de Josué Beitia, el artista fallero de la L'Antiga de Campanar y actual campeón de la sección especial. Su taller se ubica en Benetússer, junto a las vías del tren que hacen de límite con la vecina localidad de Alfafar. Allí, el agua atravesó con tal fuerza que cruzó la nave de un lado a otro y se llevó los 'ninots'.
Otra de las profesionales más afectadas ha sido Míriam García Sandemetrio, una artista joven que este año hace tres monumentos infantiles (uno de los cuales es de primera categoría) y tiene su taller en Paiporta.
Ahora mismo, el Gremio de Artistas Falleros y Junta Central Fallera están recabando información del estado de estas naves y los monumentos que podrían verse comprometidos para valorar daños y adoptar las medidas necesarias. Y es que sólo quedan cuatro meses para 'la plantà' y es probable que la mayoría de artesanos no lleguen a tiempo de rehacer los trabajos.
El sector en su conjunto
Las consecuencias del episodio de lluvias torrenciales que arrasó hasta 79 municipios de la provincia hace diez días son tan tremendas que han salpicado a toda la industria artesanal que pivota alrededor de nuestra fiesta.
Casas de indumentaria tradicional, orfebres, sederos... No en vano, uno de los proveedores oficiales de Junta Central Fallera, la Compañía Valenciana de la Seda, que tiene su fábrica en Beniparrel, se ha visto gravemente afectada por las inundaciones.
La música y el 'llibret', también
Es un elemento absolutamente imprescindible para cualquier fiesta que se celebre en nuestra autonomía. L'Horta Sud i La Ribera son comarcas con una gran tradición musical, con decenas de sociedades musicales y bandas que se han visto seriamente dañadas.
Según la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana, hay más de 30 entidades afectadas. En total, suman más de 3.500 músicos, 4.000 alumnos y 320 profesores.
Por otro lado, el 35 por ciento de las imprentas y empresas de artes gráficas de la provincia están en l'Horta Sud. Muchas de ellas se dedican a maquetar e imprimir los 'llibrets' de centenares de fallas de València y su área metropolitana.
Consecuencias
Tal y como nos han reconocido desde el Gremio de Artistas Falleros como desde la propia Junta Central Fallera, es demasiado temprano para estimar las consecuencias de la DANA.
Hay Juntas Locales, como las de Picanya o Paiporta, que van a necesitar mucho más tiempo y mucha más ayuda para poder reconstruir toda la estructura social de la fiesta. En València, la actividad festiva, cultural y deportiva está parada hasta nueva orden. Pero todo apunta a que, a partir de la semana que viene, se podría ir retomando la normalidad.
Como dicen en muchas comisiones, 'tornarem'. Cuando hayamos quitado todo el barro de las calles y las casas, regresará el espíritu fallero para llevar la alegría y la fiesta a todas las poblaciones valencianas.
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