El otoño es tiempo de castañas
Valentina Benet nos enseña a preparar una crema dulce de castañas que te sorprenderá
Alimentación consciente con Valentina Benet
Villena
El otoño es sinónimo de castañas y viceversa. La castaña representa por sí mima el otoño, pues su temporada arranca con esta estación y se acaba entrado el invierno. La forma más popular de comerla es dejándose guiar por el inconfundible aroma que desprenden los puestos de castañas asadas, que dan ambiente a las ciudades hasta bien entrado febrero.
Pero tanto si las recogemos en el bosque como si las compramos en nuestra localidad podemos también asarlas en casa o disfrutarlas de muchas otras maneras en deliciosas recetas con castañas. Vale la pena no relegar las castañas a un capricho ocasional, porque no solo nos regalan un sabor a fruto seco muy característico que gusta a niños y mayores, sino que tienen propiedades y beneficios que bien podemos aprovechar durante toda la temporada.
Además de resultar muy reconfortantes, las castañas constituyen un saludable ingrediente y tentempié gracias a sus hidratos de carbono complejos y a su riqueza nutritiva.
Junto a los carbohidratos complejos, su principal nutriente, las castañas aportan una pequeña cantidad de proteínas y muy pocas grasas, lo que la hace tan solo moderadamente calórica: una ración de 100 gramos de castañas aporta 196 calorías (una vez asadas, al perderse parte del agua, el aporte calórico aumenta ligeramente a 245 calorías). Por otro lado, destaca como fuente de potasio y manganeso, además de como vitamina C, ácido fólico y otras vitaminas del grupo B.
Esta composición nutricional otorga a las castañas propiedades energéticas, saciantes, prebióticas y antioxidantes.
Hoy además, vamos a aprender a cocinarlas de manera que puedas tener una deliciosa crema de castañas conmuchas propiedades.