Helena Cortesina, la valenciana que se convirtió en la primera mujer en dirigir y producir un largo en la España de los años 20

València

España, años 20 del siglo XX. Una valenciana, criada en el Cabanyal y a quién se le llegó a conocer como "La Venus Valenciana", se convirtió en la primera mujer en dirigir, producir y protagonizar un largometraje en España. La película, que no se conserva, se llamaba "Flor de España" y la historia de esta mujer que pasó durante años desconocida, se ha rescatado hace unos años para colocarla en el lugar de la historia que merece.

En Hoy por Hoy Valencia, la directora, guionista y doctora en Comunicación Audiovisual, Irene de Lucas Ramón, ha explicado la trayectoria de esta mujer que empezó en el mundo del espectáculo con sólo 13 años. De Lucas es autora del libro que restaca del olvido el trabajo de Helena Cortesina que se publicó el año pasado, con motivo del aniversario del estreno de la película, pero que este año se ha reeditado al aparecer en los archivos de la Filmoteca de València un libreto original de la película. Ha sido en el marco de La Mostra dónde se ha recuperado la figura de Cortesina con una exposición y mesas redondas para poner en valor su trayectoria.

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"Tuvo una vida fascinante", ha comentado Irene de Lucas. Tan fascinante como que debutó en los escenarios como bailarina con apenas 13 años en un espectáculo de varietés. No tardó mucho en llamar la atención y debutó como actriz también siendo muy joven en "La venganza del marino", de José Buchs, para después protaonizar "La Inaccesible", junto a Florián Rey.

Helena es la primera mujer productora y directora de largometrajes de nuestro país. Debuta en la danza con apenas trece años, protagoniza su primer filme y crea su propia productora de cine con diecisiete, y en la primavera-verano de 1921 produce, dirige y protagoniza su primera y única película como cineasta, Flor de España, con dieciocho años recién cumplidos. Su aventura cinematográfica no tendrá continuidad, pero será determinante en su trayectoria artística, pues el cine fue el trampolín profesional que necesitaba para ingresar en compañías teatrales de renombre, dedicándose, en adelante, fundamentalmente al ámbito teatral.

Profesional y creativamente ambiciosa, audaz y resolutiva, Cortesina fue una artista completa que tomó las riendas de su carrera y supo imponer su personalidad y sus ambiciones artísticas en un mundo predominantemente masculino. Una mujer liberada y excepcionalmente independiente para su época, de firmes convicciones republicanas sobre los derechos de las mujeres, su libertad y su igualdad. Su trayectoria profesional es el mejor testigo de su capacidad de reinventarse a sí misma como artista y reconducir con éxito su carrera para alcanzar sus objetivos profesionales a pesar de los envites del destino.

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