50 años de bolera y recuerdos en Benidorm: "Bud Spencer y Terence Hill quisieron rodar aquí"

Benidorm

La imagen austera de la primera fachada, el olor de la pista recién encerada, el sabor de las meriendas con el club de niños o el sonido de aquella pionera maquinaria americana que medio siglo después sigue funcionando a la perfección. Los recuerdos de Pepita Escobedo, hija de uno de los fundadores de la bolera de Benidorm, una de las primeras de España, se van sucediendo durante la conversación.

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La empresa abrió sus puertas en junio de 1974, en el número 22 de una avenida del Mediterráneo que entonces presentaba una imagen bien diferente a la actual, como ha contado en La Ventana de la Marina Baixa Pepita: "Estábamos tan cerca del mar que yo creía que iban a construir una piscina olímpica".

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La idea de negocio la inició el alicantino José Antonio Quereda junto con Francisco y Andrés Guerrero, directores de los hoteles Riviera y Reymar, y los empresarios Jacinto Cano, de La Nucía, y Jaime Baldó, de l’Alfás del Pi, junto a su yerno Luis Escobedo.

Luís, padre de Pepita, fue el encargado de dirigir la bolera durante sus cinco primeros años a pesar de su desconocimiento inicial: "Mantenía su trabajo, pero dedicaba todas sus tardes y muchas noches a la bolera". Una de las claves del éxito tanto tiempo después sigue siendo para ella que todos los socios, los actuales y los que ya no están, han sido "como una gran familia".

Escobedo no ha querido dejar de agradecer el esfuerzo y la relevancia de todo el equipo humano que ha pasado por Bowling Benidorm, premiada en este 50 aniversario con el Premio de Turismo 'Ciudad de Benidorm'. La bolera que quería imitar a las francesas y aterrizó en un pueblo es hoy uno de los principales atractivos de la capital turística del Mediterráneo.

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