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Un triplete de Barry tumba a un Leganés fuera de sí (2-5)

Los de Marcelino levantan hasta en dos ocasiones un marcador en contra y acaban aprovechando la superioridad para ganar claramente el partido

LEGANÉS (MADRID), 22/12/2024.- El delantero del Villarreal Gerard Moreno (i) celebra el cuarto gol de su equipo durante el encuentro de la jornada 18 de LaLiga que CD Leganés y Villarreal CF disputan este domingo en el estadio de Butarque, en Leganés. EFE/Kiko Huesca / Kiko Huesca (EFE)

Leganés

Un triplete de Thierno Barry y la falta de temple de los jugadores del Leganés, que cayeron en provocaciones y dejaron de pensar en el fútbol durante media hora, fue suficiente para que el Villarreal cerrase el año con un triunfo a domicilio en Butarque (2-5).

Como si fuera el fantasma de las navidades pasadas, el otrora canterano Dani Raba se presentó ante el cuadro amarillo poco antes de Nochebuena para atormentarle. Parecía incluso que tuviera la fecha apuntada en el calendario, pues salió con ganas de reivindicarse. Y lo hizo durante la primera mitad.

Asociado con Miguel de la Fuente en una conexión provechosa que ya se había iniciado el pasado curso en la categoría de plata, ambos resquebrajaron a la defensa del Villarreal con su movilidad y fabricaron los dos tantos que el equipo llevaba antes del descanso.

En el primero de ellos, a los seis minutos de juego, Raba sirvió en profundidad a su compañero, que había desorientado a Logan Costa con su desmarque hacia la línea de fondo. Desde allí sirvió el esférico atrás, al punto de penalti, donde apareció llegando desde atrás Seydouba Cissé para marcar poco después de recibir en la previa una camiseta conmemorativa por sus cien partidos como blanquiazul.

No fue el único susto que dio Raba a los de Marcelino, pues a la media hora inició una arrancada en el centro del campo a la que dio continuidad de nuevo Miguel de la Fuente con una pared de tacón. Ingresó entonces en el área el cántabro y fue derribado por Costa, que apareció de nuevo en la foto y ya no saldría en la segunda parte. No dudó el canterano castellonense en asumir el lanzamiento de la pena máxima, engañando a Luiz Júnior.

En condiciones normales, eso debería haberle valido al conjunto leganense para acariciar el triunfo, pero enfrente estaba Barry. El delantero francés respondió con dos dianas al órdago del anfitrión, aprovechando lo poco que generaron los suyos en ataque.

Así, metió lo justo la pierna para desviar a la red una falta lejana que había despejado a medio gas Javi Hernández y que posteriormente habían peinado de cabeza Raúl Albiol y Santi Comesaña. Y en el añadido igualó la contienda al transformar un clara pena máxima de Matija Nastasic sobre Yeremi Pino.

Esa fue la primera aparición notable del canario, que en veinte minutos tras la reanudación antes de ser sustituido revolucionó el partido. Primero encendiendo las iras de la grada, que no le perdonó la disputa que desembocó en la roja directa a Óscar Rodríguez por empujarle sin balón tras una entrada sobre Adrià Altimira.

Y después entregando al corazón del área un balón que no parecía tener peligro por su potencia pero que llegó a los pies de Barry al no acertar los defensas a despejarlo. Y ahí, en su habitat natural, metió el cuerpo el ariete para ganar la posición y finiquitar su 'hat trick'.

Esos minutos de frenesí sacaron por completo del enfrentamiento al Leganés, que al verse remontado y con un hombre menos pareció perder el norte. Solo de esta manera se explica su segunda expulsión, esta de Jorge Sáenz, por una patada tan innecesaria como excesiva y absurda sobre Barry. Y otro penalti más cometido por Altimira sobre Pau Cabanes por un codazo en la cara.

Lo anotó Gerard Moreno poniendo una sentencia que sería aún más dura cuando Pau Cabanes, con el tiempo cumplido, aprovechó un rechace tras un tiro de Barry al palo para hacer el quinto. Mientras, el público ya estaba de retirada enfadado con el árbitro pese a que fueron sus propios jugadores quienes perdieron la oportunidad de sorpender a otro equipo de arriba, desorientándose cuando todo parecía controlado.