Cruz Roja atiende a más de 1.000 personas en situación de pobreza energética en la provincia de Alicante en 2024

Alicante

La llegada del invierno y la consiguiente bajada de temperaturas trae consigo dificultades en muchos hogares de la provincia de Alicante por lo que se conoce como 'pobreza energética'.

Los afectados son familias y personas que no pueden hacer frente a los pagos de suministros energéticos, tanto de la luz como de agua, y que "tienen que privarse de otras cosas para poder hacer frente a esta situación económica". Otras que no "pueden utilizar bien la energía por el coste que supone". También los que sufren la falta de confortabilidad en muchas viviendas con problemas como las humedades o la falta de luz.

Para combatirla, desde Cruz Roja trabajan en dos vertientes: en las capacitaciones para que las personas vulnerables aprendan a leer y optimizar la factura de energía por si pueden acceder a reducciones y bonificaciones como el bono social, así como hacer buenas prácticas de ahorro en sus viviendas en el día a día; y por otro lado intervenciones en los domicilios con el fin de realizar pequeñas rehabilitaciones 'express' para sustituir electrodomésticos antiguos o que sean ineficientes.

Karine Lopes, responsable provincial de Medio Ambiente en Cruz Roja, explica que este año 2024, la organización ha atendido a más de 1.000 personas en toda la provincia en situación de riesgo de pobreza energética, las cuales han pasado por esos talleres y por atenciones individualizadas sobre la mejora de sus facturas eléctricas. También han entregado 863 kits de microeficiencia energética en las que se entregan luminarias, burletes bajo puertas para ventanas o temporizadores entre otros.

También, unas 90 personas de población general han pasado por los talleres de Cruz Roja, en diferentes municipios, de lucha contra el cambio climático en los hogares. Esto ha servido, al mismo tiempo, para detectar la pobreza energética "escondida".

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Una de las medidas que ayuda a muchas familias a solventar este problema es el bono social. Karine Lopes explica que esta bonificación no está llegando a todos los hogares vulnerables porque "no siempre se cumplen unos requisitos para obtenerlo. A veces por no tener el NIE, otros por no ser titulares del suministro eléctrico". Otras muchas personas, no lo consiguen por el desconocimiento y es por ello que se les hace un acompañamiento en la solicitud pero no siempre acceden. "Es una medida de ahorro bastante eficaz y directa" indica.

La responsable de Medio Ambiente de Cruz Roja en Alicante señala que sufrir las consecuencias de la pobreza energética tiene graves impactos en la salud física y emocional de las personas que la padecen. En el caso de los electrodomésticos, es importante tener un buen frigorífico que refrigere bien y mantenga la cadena del frío, de lo contrario podría haber problemas de seguridad alimentaria, sobre todo en la temporada estival.

Karine Lopes explica que la pobreza energética "puede agravar enfermedades respiratorias" en caso de tener, por ejemplo, humedades en la vivienda. Las altas temperaturas provocan falta de concentración y dificultades en los menores a la hora de estudiar. También, hay una falta de seguridad cuando la instalación eléctrica no se encuentra en buen estado.

Por último, desde Cruz Roja ofrecen algunos consejos para ahorrar en la factura de la luz. En cuanto a las acciones diarias, en invierno, es suficiente con ventilar las viviendas 10 minutos y en las horas más calurosas. Lopes también aconseja jugar con las subidas y bajadas de persianas para aprovechar la luz solar, y jugar con los horarios para consumir la energía en los tramos de menor coste.