La plaza del pintor Vidal Corella

València

En el borde noroeste del barrio de la Malvarrosa, ya lindando con la vía del ferrocarril a Barcelona, se proyectaron a principios de los años 70 del siglo pasado una serie de manzanas abiertas formadas por bloques de viviendas dispuestos de forma perimetral, cuyo espacio interior debía ser destinado a jardín, aparcamiento o equipamientos. Pero, como suele ocurrir en València, lo que se plasma en un proyecto de ordenación poco tiene que ver luego con la realidad... y muchas de estas manzanas no se llevaron a cabo o se quedaron a mitad, como ocurrió con la conocida como plaza del pintor Vidal Corella, situada casi en el encuentro de la avenida del ingeniero Fausto Elio con el camino de Vera, en la parte trasera del recinto del colegio de los Escolapios de la Malvarrosa. Esta es otra de las muchas plazas del barrio en las que su centro, en vez de ser el jardín proyectado, es otro solar más, convertido, eso sí, en aparcamiento.

Las primeras fincas de dicha plaza se empezaron a construir en 1976 y, para poder domiciliar las nuevas viviendas, el ayuntamiento de la ciudad decidió nombrarla en recuerdo del pintor Martín Vidal Corella (València, 1895-1976), hijo de Martín Vidal Romero, considero uno de los primero fotorreporteros valencianos, y hermano de Vicente y Luis Vidal Corella, junto a los que formó parte de toda esta saga de artistas y pioneros de la fotografía que tiene continuidad en la actualidad. No en vano, su hermano Vicente Vidal también da nombre a una calle en el barrio de la Creu del Grau, junto a la avenida de Baleares, rotulada 20 años más tarde. En este caso, como ya se hizo con los Pinazo o con los Machado, hubiese sido más práctico y eficiente haber dedicado un único espacio a todo el clan, algo así como plaza de los fotógrafos Vidal.

En cualquier caso, la plaza de la Malvarrosa homenajea a Martín Vidal, el mayor de los tres hermanos, y podríamos decir que el pintor de la familia. Martín se inclinó por la pintura desde bien joven y con 18 años realizó su primera exposición pública. Estudió en la Academia de Bellas Artes de San Carlos, donde fue becado y recibió el premio de paisajes en el curso 1914/1915.

Discípulo de José Benlliure, formó parte de la Juventud Artística y del Círculo de Bellas Artes, institución donde más veces expuso de forma individual y colectiva a lo largo de su carrera, triunfando con sus marinas y sus óleos costumbristas valencianos. También ilustró revistas como Cuento del Dumenche o Nostra Novel·la y, haciendo honor a su apellido, se dedicó a su vez a la fotografía taurina y deportiva.

Fue un convencido republicano y demócrata, y durante la Guerra Civil formó parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas en Defensa de la Cultura, circunstancia por la que el régimen franquista tomó represalias y lo encarceló. A su salida, continuó con su labor pictórica, participando en la primera exposición de acuarelistas del Círculo de Bellas Artes y en diversas muestras en la famosa Sala Prat de València.

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