Las mujeres en el espacio público conmemorativo: la plaza de María Beneyto

València

Este 2025 se cumple cien años del nacimiento de la poeta María Beneyto, recientemente nombrada escritora del año por la Academia Valenciana de la Lengua. Fue una adelantada en la escritura de poesía en valenciano y también rompió esquemas en las políticas de denominación de calles cuando su nombre se rotuló en una plaza de la ciudad en 1997.

Aquel año, la Federació de Dones Progressistes presidida por Carmen Ninet confeccionó un “llistat amb dades biogràfiques de dones que han estat model de lluita i treball en els diversos camps socials, cientifífics, polítics, etc.”, entre los que se encontraban nombres como Marie Curie, Isadora Duncan, Dolores Ibárruri, Rosa Luxemburg, Carmen Martín Gaite o María Moliner, entre otras, en una campaña dirigida a los ayuntamientos de toda la Comunitat con el objetivo de motivar la rotulación de vías públicas con el nombre de mujeres pero que no obtuvo la repercusión necesaria. Tuvieron que pasar 20 años para que muchas de esas denominaciones llegasen al nomenclátor de la ciudad de València, ya durante la alcaldía de Joan Ribó.

Cabe recordar que, a finales del siglo XX, solo un centenar de las más de 3.000 calles que existían en la ciudad llevaban nombre de mujer, y de estas, la mayoría eran personajes religiosos o aristocráticos –vírgenes o reinas-. No en vano, de los nombres de calles rotulados entre 1995 y 2015, tan solo el 6% correspondió a mujeres, la mayoría de ellas propuestas por ediles progresistas del consistorio. Ese fue el caso de la plaza dedicada, por iniciativa del Grupo Esquerra Unida – Els Verds, a la poeta valenciana María Beneyto, cuyo nombre fue rotulado en el interior de la manzana delimitada por las calles Padre Manjón, Guillem de Castro, Quart y Turia, con el nombre de plaça María Beneyto (Escriptora), todo un hito para el callejero de la ciudad.

María Beneyto Cuñat (Valencia, 1925-2011) nació en una familia acomodada de València, pero pronto marchó a Madrid, donde su padre quiso, sin éxito, proyectarse como autor teatral. En la capital realizó sus estudios primarios y vivió su infancia hasta el estallido de la Guerra Civil, cuando volvió de nuevo a València. De ideales demócratas y republicanos, su familia fue represaliada y sufrió una dura posguerra que condicionó la carrera de María, que tuvo que formarse de manera autodidacta.

Después de unos años de auténticas penurias, una herencia familiar alivió la situación familiar, permitiendo a María dedicarse plenamente a su gran pasión: la escritura. Publicó su primera obra, 'Canción Olvidada', en 1947 y en castellano, pero poco después conocería a Carles Salvador, Xavier Casp y Francesc Almela i Vives, que le animaron a escribir en valenciano, siendo sus primeras obras 'Altra Veu' (1952) y 'Criatura Múltiple' (1954), con la que ganó el premio València de poesía. Se dedicó también a la crítica literaria y cultivó a su vez la narrativa en novelas como 'La dona forta' (1967), su obra más destacada, todo un referente del feminismo del momento y que fue premiada con el galardón Joan Senent de literatura. Considerada un referente de las letras valencianas del siglo XX, y encasillada en la generación poética de los 50, junto a Estellés, Carmelina Sánchez-Cutillas y Joan Fuster, recibió el premio de les Lletres de la Generalitat Valenciana en 1992 por toda su trayectoria.

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