El Servigroup Playas de Benidorm hace historia y ya es de Superliga Masculina

Leganés

Desde la plaza central de la acampada de peñas hasta el pabellón Europa de Leganés, cuando faltaban apenas unos pocos minutos para las seis y media de la tarde y tras un partido sencillamente perfecto por parte del Servigroup Playas de Benidorm, toda la ciudad y toda la comarca se unió en un grito común, en un rugido ensordecedor y abrumador, como lo había sido el juego del equipo de Adriano Lamb durante la hora y media anterior y que no significaba otra cosa que la consecución de un logro histórico para del deporte de toda la región: el Servigroup Playas de Benidorm será la próxima temporada nuevo equipo de Superliga Masculina de voleibol y mañana jugará por el título de campeón de la segunda categoría a la que el lunes y por derecho propio habrán dejado de pertenecer.

Pronto, muy pronto, el Servigroup Playas de Benidorm encontró la manera de hacer daño a Textil Santanderina. Tras unos primeros puntos de tanteo entre ambos, sabedores de lo mucho que estaba en juego, un primer turno de saque de Luca Cuminetti permitió a los de Adriano Lamb romper la dinámica de intercambio de ventajas para, con un parcial de 0-4 poner un ilusionante 3-7 que, sin ser ni mucho menos definitivo, obligaba al técnico cántabro a pedir un muy tempranero primer tiempo muerto.

Un trabajo comenzado por el argentino que continuó, con la misma precisión quirúrgica Dani Retuerto desde el saque y el resto de un equipo enchufado, metido en el partido, crecido y, sobre todo, crecidísimo ante un Textil Santanderina que parecía no entender por dónde y cómo le estaba cayendo aquella avalancha de juego, bloqueos y remates acertadísimos que llevó el tanteador al 4-12 que, de nuevo, obligaba a Pablo Cabrera a parar el juego por segunda vez.

Ni un tiempo muerto ni el otro surtió el efecto deseado por el equipo de Cabezón de la Sal mientras que los jugadores benidormenses, despojados aparentemente de la tensión y los nervios (a flor de piel todo el día) de un reto histórico como este, daban la sensación de ya no sólo disfrutar sobre la cancha, sino de, incluso, divertirse para cerrar esa manga inaugural con un 13-25 que habla por sí solo de lo visto sobre la cancha.

Un Servigroup Playas de Benidorm desbocado

El segundo set comenzó con un Textil Santanderina tratando de intimidar de nuevo al Servigroup Playas de Benidorm apretando el acelerador en busca de despertar las dudas del equipo de Adriano Lamb.

En los primeros puntos, como sucediera en la primera manga, los dos equipos iban intercambiándose los golpes aunque siempre con ligerísimas ventajas de los del pabellón Raúl Mesa que, eso sí, no terminaban de romper la defensa cántabra como en los instantes previos al parón.

Esa situación, en todo caso, no se prolongó demasiado y rápidamente el Servigroup Playas de Benidorm volvió, como tanto le gustaba decir a Muhammed Ali, a ‘volar como una mariposa y picar como una abeja’ para poner el 5-9 en el marcador que, de nuevo, llevaba a Cabrera a llamar al orden a los suyos.

Pero la cornada era mortal de necesidad y un nuevo parcial de 0-6 de los benidormenses llevó el luminoso al 5-12 que dejaba el set prácticamente sentenciado para un Servigroup Playas de Benidorm sencillamente imparable.

Absolutamente desbocado en su cabalgar hacia el sueño de la Superliga Masculina, el equipo de Adriano Lamb sencillamente desquició a su rival hasta el punto de provocar una acalorada discusión en el banquillo rival entre su entrenador y uno de sus jugadores. Con más de diez puntos de ventaja en el marcador, Cabrera simplemente renunció a tratar de encontrar soluciones para terminar entregando el set por 13-25 y encomendarse al milagro de una remontada que, a esas alturas, nadie en el pabellón Europa, donde las dos aficiones reunieron a más de un centenar de apasionados y entregados fans, parecía adivinar cómo podía producirse.

Asomados al abismo de la historia

Y como aquel guerrero que ya nada tiene que perder más que la vida, el Textil Santanderina saltó a la cancha en el tercer set dispuesto a vender cara, muy cara, su piel. Servigroup Playas de Benidorm cayó en la autocomplacencia. Todo había sido fácil, demasiado fácil hasta ese punto, y llegaron las imprecisiones y los errores tontos, esos que sólo se pueden explicar, visto lo visto anteriormente, por el vértigo de asomarse al abismo mismo de la historia.

Aquello le dio alas a los cántabros, que hicieron subir un 9-4 al marcador que encendió las alarmas en el banquillo de Adriano Lamb, obligando al brasileño a pedir su primer tiempo muerto del partido. Un tiempo muerto en el que, más que dar instrucciones tácticas a los suyos, trató de volver a poner las cabezas ‘en su sitio’ y recordar a los jugadores que para ser equipo de Superliga Masculina todavía hacía falta poner el 25 en el luminoso.

Lo dicho por el técnico benidormense surtió efecto y el Servigroup Playas de Benidorm volvió a meterse en el partido y se colocó a dos puntos (9-7) entrando en ese punto en el que costaba lograr lo más complicado: darle la vuelta a la situación.

Cada vez que esa meta volante se antojaba posible, Textil Santanderina encontraba la forma, el recurso, para alejarla de nuevo llevando siempre la delantera y, sobre todo, la batuta del juego en ese tramo, llevando el set a un 16-10 que ponía a Servigroup Playas de Benidorm contra las cuerdas.

Y pese a momentos de lucidez, nada de lo que proponía el equipo que hoy vestía de blanco parecía funcionar ante un cuadro cabezonense que hizo gala de su gentilicio, pero que no contaba con la mayor cabezonería, esta ya sí literal, de un Servigroup Playas de Benidorm que, sencillamente, estaba citado hoy con su historia, la de Benidorm y la de toda la Marina Baixa y que, tras meterse en el tramo final del set con 16-20 abajo, se puso, con el saque de Contreras con 20-22 a favor y Textil Santanderina absolutamente hundido y entregado que terminó entregando el ascenso por 21-24 y, por lo tanto, por un claro, contundente y, sí, histórico 0-3.

Servigroup Playas de Benidorm – Textil Santanderina