Las “golosinas naturales” que solíamos comer de pequeños en el campo
Las moras, “els panets o carabassetes” de las malvas, el tallo de “l’agret” o la almecina: alimentos silvestres que eran las delicias de los niños y niñas

Des de mores fins a flores de gestmil.ler passant per l'agret o els lledons
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Gandia
A ciertas edades y jugando por el campo, es habitual que los niños y niñas acaben probando alguno de los alimentos silvestres que tenemos a nuestro alcance. Casi como un juego, eran “golosinas naturales”.
De esto nos ha hablado el ambientólogo Ismael Aznar en su sección “Ambientalment” en el programa Hoy por Hoy Gandia. Entre esos alimentos silvestres, el más típico es la mora, que la podemos encontrar en arbusto o árbol. La más oscura es la más sabrosa.
Anteriormente, además, los niños también solían comer los llamados “panets o carabassetes “. Es el fruto inmaduro de las malvas que hacen una flor lila, de donde sale los “panets”; los pelamos y nos los comemos.
Y la flor del jazmín, planta de verano que podemos encontrar en muchos patios o cerca de muros, era “golosina” habitual. Se chupaba la base de la corola y salía una pequeña gota muy dulce.
Y, al hablar de flores, “l’agret” nos ofrecía un rico manjar. Esta flor es de invierno y su sabor era más ácido, amargo, y encanta a los niños y niñas. El tallo de la flor contenía ese manjar ácido.
En este menú silvestre se encuentra el almez (llidoner), cuyo fruto, llamado almecina (llidons), es ligeramente dulce y harinoso.
El ambientólogo colaborador de Radio Gandia SER ha completado esta carta con el madroño, “arborcer” en valenciano. Un árbol pequeño que crece en zonas más sombrías y sus frutos son de color rojizo y al madurar se ablandan y tienen un sabor muy parecido a un dulce.




