Rafael Zurita, catedrático de la UA, desvela en el libro 'Agustina de Aragón' el proceso que la convirtió en un mito

Alicante

¿Por qué Agustina Zaragoza Domènech, una joven nacida en Barcelona en 1786, hija de un obrero ilerdense, se convirtió en un mito que ha pasado a la historia de España como Agustina de Aragón?

Es la pregunta clave que ha motivado a Rafael Zurita, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante a escribir 'Agustina de Aragón. Vida y mito de una heroína de guerra'.

Se trata de un libro elaborado de forma científica, pero que trata de convertirse en una lectura entretenida para cualquier amante de la historia de nuestro país. En el mismo, además de bucear en las causas que hicieron que su gesta en el sitio de Zaragoza de 1808 fuera considerada una hazaña, también revela algunos datos inéditos sobre su apasionante vida familiar que la llevó, entre otros lugares, a València, Almería, Sevilla o Ceuta, ciudad en la que falleció en 1857 a la edad de 71 años.

Ampliar

Cerrar

El papel del general Palafox

Entre otros datos, el profesor Zurita recuerda que según un estudio de sus restos óseos fue una mujer con una altura de 1,70 metros, muy alta para la época, que con 17 años se casó con Joan Roca, un artillero al que perdió la pista durante la Guerra de la Independencia española (1.808-1814) y que en su busca llegó a Zaragoza. Entonces, durante el famoso sitio de la capital aragonesa, Agustina disparó el cañón que hizo huir a las tropas francesas.

A partir del minuto uno, dice Zurita, comenzó a convertirse en un mito, pese a que no era la única mujer que asistía a las tropas españolas y que había llevado a cabo hechos más o menos heroicos. En este proceso, el general Palafox jugó un papel fundamental y el régimen de la época la termino de convertir en un símbolo para reforzar la moral de los españoles.

Un proceso de mitificación, añade que siguió a lo largo de todo el siglo XIX incluso después de su muerte. Empezó a aparecer en cuadros de pintores de la época, en los libros de historia, los propios soldados franceses y británicos la recuerdan en sus publicaciones e incluso Lord Byron le dedicó algunos poemas.

Además, tras su muerte, su hija Carlota también publicó un libro, con un claro afán pecuniario, en la que idealizaba la figura de su madre.

En cuanto a su vida personal, cuando finalizó la Guerra de la Independencia, se retiró con el grado de subteniente y tras fallecer su primer marido, se casó con un estudiante de medicina Juan Cobos, al que sacaba unos cuantos años, con el que tuvo su hija y del que posteriormente se separó.

'Agustina de Aragón. Vida y mito de una heroína de guerra' está publicado por Ático de los libros.