Jorge Olcina: "La temperatura del agua del Mediterráneo obliga a estar vigilantes los próximos meses"

Alicante

La tendencia en la última década es que la temperatura del agua del mar Mediterráneo "vaya alcanzando cada vez más registros extremos".

Este 2025 no es una excepción, a pesar de la bajada en la segunda quincena de julio, ya que la segunda oleada de calor del mes de agosto "ha sido determinante para volver a registros por encima de 27-28 grados en los sectores marítimos que afectan a la Comunitat Valenciana".

Un verano de 2025 que mantiene la dinámica

Desde el año 2020 a la actualidad, "es raro no encontrar un registro de 27-28 grados, e incluso puntualmente más en esta parte del Mediterráneo occidental", ha remarcado el catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante y director del Laboratorio de Climatología, Jorge Olcina, que ha insistido en que "este verano 2025 mantiene la dinámica".

27,5 grados en el litoral alicantino

En estos momentos, ha explicado, tenemos unos 27,5 grados en el litoral alicantino y de la Comunitat, si bien hay zonas en las que de manera puntual pueden alcanzar algo más de 28. Para Olcina, "tener a finales de agosto esta temperatura en el agua nos habla de un mar que se convierte en quasi tropical y ante el que hay que estar muy vigilantes en los próximos dos meses".

Y es que, un mar cálido significa que es potencialmente inestable, ya que transfiere mucha energía en los procesos en los que pueda haber probabilidad de lluvia y de ahí que se haya convertido en algo habitual anunciar que puede haber precipitaciones torrenciales por la calidez del mar.

"Ya es una condición propia del mar Mediterráneo y lo que hay que vigilar es que se pueda desarrollar o no una situación atmosférica inestable que pueda generar un episodio de lluvias importantes", ha enfatizado.

DANA: "Hay que seguir mejorando los protocolos de aviso a la población"

El experto ha recordado el impacto el pasado 29 de octubre en Valencia de lo que significa una situación de DANA con un mar cálido, o las inundaciones en septiembre de 2019 en la Vega Baja. "Es la nueva realidad climática que vive el litoral mediterráneo y a la que tenemos que acostumbrarnos, lo que nos obliga a seguir investigando y afinar más en el pronóstico y, sobre todo, mejorar los protocolos de aviso a la población que es lo más importante".

A su juicio, esto implica que "hay que informar puntualmente de lo que ocurre y si se da una alerta de máximo nivel, la población debe estar avisada de manera inmediata y a partir de ahí activar las medidas contempladas en los planes".

Incremento de la temperatura en grado y medio desde 1980

Desde el año 1982 que hay registros, la temperatura del agua del Mediterráneo se ha incrementado en un grado y medio, ha remarcado Olcina, por lo que "el mar se está convirtiendo en el gran protagonista del proceso actual del calentamiento". Esto condiciona el calor de verano que es cada vez menos confortable, con noches tropicales o tórridas, así como la energía acumulada que se puede transformar en gota fría.

Especies invasoras

Otras consecuencias del aumento de la temperatura del mar es la llegada de especies invasoras como el dragón azul que habitan en aguas templadas y encuentran en el Mediterráneo un espacio cada vez más idóneo.

Asimismo, otro efecto ecológico es el impacto en las praderas de posidonia que deben soportan temperaturas muy altas.