La Fundación ANAR pide a las familias trabajar la prevención y en la tolerancia a lo diferente para evitar casos de acoso escolar

Alicante

La vuelta a las aulas este próximo 8 de septiembre en los centros educativos de la provincia de Alicante puede causar un auténtico mal trago para muchos alumnos por culpa del acoso escolar. Se trata de un tipo de violencia que se mantiene constante año tras año, según los expertos, aunque con mayor presencia del ciberbullying.

Los expertos consideran fundamental trabajar la prevención en el entorno de las familias en aspectos como el respeto o la tolerancia a lo diferente. En caso de que ya se haya producido un caso de acoso, piden a los padres ponerlo en conocimiento de los profesores y los equipos directivos para que se tomen todas las medidas.

Diana Diaz, directora de las Líneas de Ayuda de la Fundación ANAR y psicóloga especializada en infancia, explica que, de media, se tarda en conocer un caso de acoso escolar entre 12 y 13 meses. Los menores de edad no se atreven a contarlo, en muchos casos porque consideran que es un fracaso o por no preocupar a las familias. "Si los padres lo desconocen, no pueden prevenir o ayudar al menor" asegura.

Señala que, actualmente, el ciberbullying representa entre el 30 y el 40% de los casos de acoso escolar, una situación que genera mucha indefensión en la víctima. "Ahora ese acoso ya no se produce solo en el aula, se amplia las 24 horas del día" lamenta.

Destaca, eso sí, que con el paso de los años hay una mayor formación y concienciación por parte del profesorado en tomar medidas preventivas y una mayor colaboración para que ese acoso "no vaya a más".

Desde la Fundación ANAR también trabajan en campañas dirigidas a los "espectadores" en una situación de acoso escolar. Diaz señala que la actitud de estas personas es "muy importante" porque pueden pedir ayuda y no silenciar el acoso. "Todos somos importantes a la hora de frenar una situación de acoso escolar" admite.

La línea de ayuda de ANAR recibe peticiones por acoso presencial a partir de los 10-11 años y a partir de los 12 en adelante ya se mezcla con el ciberbullying a través de las redes sociales.

"Estamos hablando de menores de edad y hay que hacer una evaluación para saber por qué se ha producido esa situación de acoso. También el propio acosador o el menor de edad con actitudes violentas tiene que ser valorado y tiene que recibir también un tratamiento adecuado para reconducir esa situación, para que tenga medidas reeducativas" señala Diaz.