Boix (Ivefa): "Las empresas familiares que se preocupan por organizar sus órganos de gobierno, están mejor preparadas para perdurar"

Valencia

Este jueves se ha presentado el libro Los tres escalones, escrito por el economista Carlos Grande, una obra que recoge la historia del Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (Ivefa). Y que rinde tributo a todas las personas que han formado parte de la asociación, desde su fundador, Alfonso Zamorano, pasando por sus presidentes durante casi 30 años, Mario Mariner, José Bernardo Noblejas, Paco Vallejo y la actual presidenta Emi Boix que atiende a La Ventana Comunitat Valenciana.

Boix ha destacado que Ivefa, creada en 1997 como una asociación empresarial independiente y sin ánimo de lucro, sigue fiel a sus valores fundacionales: “Trabajamos por dar visibilidad y apoyar a las empresas familiares de Valencia y Castellón. Nos adaptamos a los nuevos tiempos, pero lo que no cambia son esos valores de arraigo a nuestra tierra, de continuidad, innovación y desarrollo”.

El modelo del futuro (y del presente)

La presidenta de Ivefa ha defendido el modelo de empresa familiar como una fórmula que combina tradición y modernización que es, precisamente, por donde pasa el presente y el futuro de las empresas familiares: “Tenemos que ser igual de competitivos que cualquier otro modelo empresarial. Trabajamos con la sostenibilidad y la innovación por bandera”.

Sobre la capacidad de las empresas familiares para superar crisis, Boix ha subrayado que “han respondido mejor, según las estadísticas, que las empresas no familiares en momentos difíciles como la pandemia o la DANA. Han destruido menos empleo y ese afán de continuidad y de contribuir al territorio es lo que nos hace fuertes”.

Los retos y las reivindicaciones

En cuanto a los retos estructurales, como la sucesión generacional, ha señalado que “las empresas que se preocupan por organizar sus órganos de gobierno, por profesionalizar la gestión y sistematizar la toma de decisiones están mejor preparadas para perdurar”.

Boix también ha abordado las reivindicaciones fiscales del sector: “Es cierto que se aprobó una extensión en el impuesto de sucesiones (con el gobierno de Carlos Mazón) y donaciones, pero tiene muchos flecos. Todavía hay condicionantes que dejan fuera a muchas empresas familiares. Estamos en desventaja frente a otras comunidades”.

Respecto al peso institucional de Ivefa, ha asegurado que la asociación mantiene una colaboración activa con entidades como la CEV, Cámara Valencia y AVE: “Estamos integrados en todos los organismos que mueven la economía de una forma u otra”.

Preguntada por la actualidad política y económica, y en concreto por la no aprobación de la reducción de la jornada laboral, Boix ha sido prudente: “No sé si es bueno o malo, pero todo aquello que sale sin consenso no es un buen comienzo, especialmente con el calado que esto puede tener en la sociedad y en la economía”.

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