El movimiento antivacunas: tan letal como ignorante
Durante la reciente pandemia de COVID-19 con el efecto amplificador de bulos que suponen las redes sociales, se ha vuelto a dar pábulo a este movimiento creando problemas que van más allá de la gravedad de esta enfermedad y la transmisión del SARS-CoV2

No vamos a contar mentiras: «El movimiento antivacunas»
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Alicante
El movimiento antivacunas tiene una historia tan larga como las propias vacunas. Nació por los prejuicios de los ignorantes, la mala praxis y la controversia ética sobre la obligatoriedad de la vacunación de la viruela.


Perdió fuerza con las evidencias de sus beneficios; sin embargo, en las últimas décadas y especialmente a partir de la nefasta publicación de un artículo en la prestigiosa revista “The Lancet” en 1998, se reactivó y volvió a coger una extraordinaria expansión en determinados países como Estados Unidos de América y Francia, entre otros.
Durante la reciente pandemia de COVID-19 con el efecto amplificador de bulos que suponen las redes sociales, se ha vuelto a dar pábulo a este movimiento creando problemas que van más allá de la gravedad de esta enfermedad y la transmisión del SARS-CoV2.


Sinopsis de la refutación
En 1796 Edwar Jenner aplicó la que se considera la primera vacuna de la historia, destinada a la prevención de la viruela, una enfermedad muy agresiva que afectaba a gran parte de la población y resultaba mortal en el 10-20% de los enfermos. Como Jenner utilizaba para vacunar a humanos productos que procedían de la viruela de las vacas, empezó a recibir desconfianza e incluso burlas. Así, en el siglo XIX en el Reino Unido surgen los primeros grupos organizados antivacunación: 1853 The Anti-Vaccination League; y en 1867 The Anti-Compulsory Vaccination League. En 1880 surgen también en EEUU donde consiguieron la derogación de leyes de vacunación obligatoria en diversos estados. En 1890 un grupo de médicos alemanes realizan un manifiesto contra la vacuna de la viruela y a finales del siglo XIX, el propio Louis Pasteur tuvo que enfrentarse a las reticencias de sus propios colaboradores de laboratorio ante sus nuevas ideas de vacunación.

Publicación antivacunas (1892) The Historical Medical Library of The College of Physicians of Philadelphia

Publicación antivacunas (1892) The Historical Medical Library of The College of Physicians of Philadelphia
En esta primera etapa, los movimientos de oposición a la vacunación surgieron desde una variedad de ángulos: el sanitario, religioso, científico y político. Fundamentalmente, podemos decir que al principio las reticencias eran sobre todo porque el método de vacunación usaba material obtenido de las vacas, que consideraban insalubre y poco cristiano, ya que usaba materia de “criaturas inferiores”. Es cierto que no siempre se aplicaba debidamente, y muchos vacunados sufrieron infecciones derivadas de una inoculación con escasa higiene. Por otra parte, entre los profesionales médicos se proponía otro tipo de actuación que era el aislamiento y desinfección de los materiales en contacto con los pacientes de viruela. Esto no se planteó como medidas adicionales a la vacunación, sino como alternativa, lo que generó discusión entre la propia clase médica. Además, cuando las evidencias de la efectividad de la vacunación se hicieron más y más fuertes, los gobiernos impusieron la obligatoriedad del procedimiento, lo que generó rechazo por motivos éticos y religiosos que sumaron razones a los movimientos de oposición y lo convirtieron en un asunto político.


Así pues, en el origen del movimiento antivacunas hay una mezcla de mala praxis, ignorancia y reacción política por las libertades individuales, pero ninguna evidencia científica de perjuicio para la salud. En este sentido, en 1998 la situación empeoró drásticamente por la publicación de un artículo en la prestigiosa revista médica “The Lancet”. El artículo, firmado por un grupo de investigadores liderados por Andrew Wakefield, relacionaba la vacuna triple vírica (contra sarampión, rubeola y parotiditis) con autismo y trastornos intestinales ¡los antivacunas tenían justo lo que les faltaba! Se demostró que el trabajo era falso y que había intereses comerciales detrás de la publicación de resultados manipulados, lo que supuso la expulsión de Wakefield de la profesión médica y la retractación pública de la revista. Pero su daño aún permanece.


Durante la pandemia de COVID-19, la presión por vacunar a todos los habitantes en cuanto se dispuso de vacunas específicas, volvió a despertar el rechazo a la imposición y otros sentimientos que están en la esencia de estos movimientos. El denostado trabajo de Wakefield volvió a referenciarse como cierto y las redes sociales fueron una vía de difusión muy eficiente, siendo uno de sus mayores impulsores el actual Secretario de Salud de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr.
Lo cierto es que nunca se han demostrado relaciones entre vacunación y problemas de salud importantes; bien al contrario, las vacunas han salvado y salvan millones de vidas humanas.
Referencias
Axel C. Hüntelmann. La vacuna contra la viruela en el imperio alemán. La vacunación entre biopolítica y economía moral. Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia. 2020; 72(1): 292
Roland Hughes: ¿Cómo funcionan las vacunas y por qué cada vez hay más personas que no creen en ellas?
Eggertson L. Lancet retracts 12-year-old article linking autism to MMR vaccines. CMAJ. 2010 Mar 9;182(4):E199-200. doi: 10.1503/cmaj.109-3179
Jim Reed. Desde "alarmista" hasta "revolucionario": la polémica por el plan de Robert F. Kennedy Jr. para "volver a EE.UU. más saludable. BBC News Mundo
María Francisca Colom Valiente

Mª Francisca Colom, profesora de Microbiología en la Universidad Miguel Hernández / Silvia Cárceles Pozo

Mª Francisca Colom, profesora de Microbiología en la Universidad Miguel Hernández / Silvia Cárceles Pozo
Doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad de Alicante (1990), la profesora Kika Colom es titular de Universidad del área de Microbiología en la Facultad de Medicina de la Universidad Miguel Hernández.
Gran parte de su actividad profesional se ha centrado en la investigación básica en Microbiología, fundamentalmente en Micología Ambiental y en Micología Médica, y en la docencia de Microbiología en Ciencias de la Salud en pregrado, máster y doctorado.
Miembro del grupo de Docencia y Difusión de la Microbiología de la Sociedad Española de Microbiología (SEM) y del consejo director de la Iniciativa Internacional de Alfabetización en Microbiología (International Microbiology Literacy Initiative -IMiLI), es, además Miembro del Círculo Escéptico.
‘No vamos a contar mentiras’
Todos los martes, a las 13:45 horas, Miguel A. Goberna, profesor emérito de Matemáticas de la UA, les propone un bulo científico que todos, o casi todos, hemos escuchado o leído en alguna ocasión en un medio de comunicación, en una red social o en un libro.
Serán los profesores e investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Alicante quienes refutarán esas falsedades. Y es que, como diría Goethe (pero nunca dijo): “¡Ciencia! ¡Más ciencia!”.





