'Mano a Mano' con Fernando Gómez

València

En este primer capítulo, se sienta 'Mano a Mano' para charlar con Chimo Masmano uno de los jugadores más importantes en la centenaria historia del Valencia Club de Fútbol, no en vano es el futbolista que más veces ha vestido la camiseta blanquinegra durante 15 temporadas. A lo que hay que sumar su posterior trayectoria como vicepresidente y director deportivo.

Recién cumplidos los 60 años, Fernando tiene mucho que contar, desde su niñez en San Marcelino, jugando en el Colegio Salgui, a su dilatada carrera en el Valencia, con muchos momentos destacados y muchos compañeros de viaje, tanto a nivel personal como profesional. Intentamos no dejarnos a nadie, pero a la largo de la entrevista, el 'Catedrático', como cariñosamente se le sigue recordando, habla sobre todo y todos con la misma clarividencia que movía el balón desde la medular de Mestalla.

Fernando viaja atrás en el tiempo para recordar con cariño a sus padres, su barrio, sus primeros compañeros, sus desplazamientos a los entrenamientos en un Vespino amarillo de segunda mano, su primer R5, sus amigos en el vestuario, alguna desavenencia con Penev y Viola, sus coqueteos con el Madrid de la Quinta, el Barcelona de Cruyff y el Atlético de Gil...

Fernando nos confiesa que ganó dinero en el fútbol pero poco comparado con lo que cobran ahora los futbolistas. Lo ilustra con una anécdota: "Os voy a contar mi negociación para renovar contrato con Tuzón. Yo no tenía representante. Mis tres primeros años cobré un millón, uno y medio y dos millones de pesetas. Y me daban cinco años a razón de 5, 5'3, 5'6, 6, 6'5 y 8 millones de pesetas. Es decir, llevaba ocho años jugando en el Valencia y cobraba ocho millones de pesetas brutos, de los que la mitad se lo llevaba Hacienda. Unos años después de salir yo, Angulo por ejemplo, ya cobraban mucho más los futbolistas".

El de San Marcelino reivindica el mérito que tuvo volver a Europa el año siguiente al ascenso a Primera en 1987. Y esto le sirve para comparar con el Valencia actual de Lim y Corberán: "No tuvo mérito ascender a Primera, porque esto era una obligación, lo que sí tuvo fue volver tan pronto a Europa. A nosotros se nos exigía ir a Europa con Jon García, Eloy, Quique, Nando, Fernando, Toni, Zurdi... Y ahora, con una plantilla que es mejor, no se les puede pedir ir a Europa".

Reconoce que le "duele" no haber podido levantar un título en sus 15 años como futbolista del Valencia: "Conseguí dos subcampeonatos de Liga y estuvimos muy cerca en la final del agua de 1995 pero no pudo ser y sí me duele porque imagínate cómo sería recordado con un título, como les pasa a otros grandes jugadores de la historia del Valencia que sólo ganaron una Copa, como el Piojo, Villa...".

Y también le despierta una emoción especial recordar su paso como director deportivo del Valencia entre 2008 y 2010: "A mí se me recuerdan los fallos, como Carleto, pero a otros no. No soy guapo, no soy simpático, no sonrío, no me relaciono bien, y eso me ha perjudicado mucho en esta vida. A veces te planteas no decirle a tu hijo que estudie y se forme, sino que se relacione bien, que sea simpático y pelota porque así llegará lejos".

En este punto, Fernando recuerda con amargura cómo se produjo su salida en 2010, con un responsable, el entonces presidente Manuel Llorente: "Llorente me dijo que me iba a amortizar y le pregunté por qué me despedía, su respuesta fue que por motivos económicos. Le dije que, si era por eso, me tenía que renovar cuatro años más porque el equipo se clasificaba para Champions y no costaba un duro. Se necesita ser idiota para despedir al director deportivo que, con el saldo económico que yo presenté, fuese el equipo tercero. Espero no cruzarme con él nunca, porque su decisión me cambió la vida y mi hijo tuvo que salir del Valencia en ese momento y vivir seis años fuera de casa por su culpa. Manolo que piense que esa decisión que tomó le costó el puesto años más tarde".

Igual que Fernando recuerda con amargura el papel que tuvo Llorente en su salida, también tiene un mal recuerdo de quien fuera su mano derecha, Braulio Vázquez, al que Fernando metió a trabajar en el Valencia y que se quedó con el puesto tras el despido del 'Catedrático': "Mi relación con Braulio no existe. Me dolió que me sustituyese, que supiese que yo iba a caer y no me dijera nada. Porque él claro que lo sabía. Pero nada más. Punto final".

Y, por supuesto, además de la referencia a la falta de exigencia de objetivos que tiene la plantilla actual, Fernando también tiene palabras para el presente y el futuro a nivel institucional: "La solución al problema de Lim pasa por la venta, pero al mismo tiempo también me inquieta pensar quién va a venir después, porque quien venga tiene que hacerlo con mucha inversión porque hace falta".

Al mismo tiempo, Fernando se resigna ante la posibilidad de una hipotética vuelta al club de sus amores para trabajar: "Hay gente que piensa que no soy muy duro en las críticas a Lim por intentar que me contraten cuando eso no es así; yo sé que no voy a entrar nunca en el Valencia con ellos. Lo tengo claro".

Un titular tras otro. Así es una hora de conversación 'Mano a Mano' con Fernando Gómez Colomer.

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