Vicente: "Decían que las lesiones era psicológicas y ahora no puedo estar ni de pie ni sentado ni jugar con mi hijo"
El de Benicalap nos abre su corazón para repasar su carrera y confesar las secuelas físicas que le dejó el fútbol

Mano a mano con Vicente Rodríguez
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València
Arrancamos la entrevista con nuestro segundo invitado del 'Mano a Mano' con un propósito expuesto al protagonista: "El objetivo de esta entrevista es conocer al Vicente persona con el que servidor se toma habitualmente un café y habla distendidamente". Eso es lo que le pedimos a Vicente... y eso es lo que acabó ocurriendo durante toda la conversación. Una charla de fútbol, vida y emociones.
Él fue uno de los grandes protagonistas del mejor Valencia de la historia. Vicente aparece en todos los vídeos y fotos de la gloria alcanzada en el primer lustro del siglo XXI. "Conseguí en mi carrera lo que quería. Yo de niño era del Valencia, donde quería jugar y ganar títulos. Y lo conseguí. No es nada fácil ser valenciano, valencianista, jugar y ganar títulos con tu equipo, sin que sea el Barça o el Madrid. Y yo lo conseguí".
Sus años en el Valencia dejaron muchos momentos bonitos y muchas personas: sus amigos, compañeros, entrenadores... Pero también le trajeron el calvario de las lesiones, que tanto marcaron marcaron su carrera. La primera grave llegó justo cuando estaba en su mejor momento, siendo uno de los mejores extremos del mundo en 2004 cuando sólo tenía 23 años. "Antes de la patada del día del Werder Bremen ya había jugado muchos meses infiltrado y el tobillo izquierdo estaba muy mal y era cuestión de tiempo que o paraba o podía pasar lo que pasó. Yo también pienso muchas veces qué más habría hecho en mi carrera si no hubiera tenido lesiones, pero es lo que tiene el fútbol también en negativo".
Y 20 años después de empezar aquel calvario y ya retirado 12 años, resulta estremecedor ver las secuelas que han dejado en este joven padre de familia de 44 años las lesiones que sufrió como jugador: “Muchas veces, muchas veces me decían que lo mío era psicológico... Si fuera psicológico yo estaría bien ahora, podría hacer bicicleta y podría jugar con mi hijo y desgraciadamente no puedo. Puedo andar, más o menos hacer una vida más o menos decente, pero ni puedo montar en bicicleta, ni puedo jugar una partida de pádel, apoyo muy mal con el tobillo y a partir de ahí he tenido un proceso de tres operaciones en la cadera derecha y dos en el tobillo”.
Vicente se abre y añade: “Sentado más o menos aguanto, tengo mi cojincito que tengo que llevarlo porque tuve la primera operación... Espero quitármelo, pero ahora de momento no puedo. Ahora estoy mejor, pero al principio estaba cinco minutos y me tenía que levantar porque me quemaba el glúteo. Ahora con el tiempo la cadera ha ido estando un poco mejor y entonces eso ha mejorado, pero todavía voy con el cojín. Es imposible que esté mucho tiempo de pie porque no puedo, porque la cadera empieza a molestarme, el tobillo también, entonces voy, me siento, me levanto, me siento, me levanto, voy jugando un poco”.
Vicente ejerce ahora de embajador del Valencia, lo que le lleva a ser criticado por los opositores de Lim que le afean estar en el club. Y él se defiende: “Estoy representando al Valencia CF, que está por encima de cualquier persona. Puedo entender a la gente, pero nosotros estamos representando al club como la mayoría de clubes importantes en Europa y en España vienen aquí a Mestalla y traen a sus embajadores. El Athletic, el Villarreal, el Real Madrid, el Barcelona, vienen con los jugadores que son embajadores. Y eso forma parte del club, de la historia del club y del club y nada más".
Vicente aterrizó en el club de embajador unos años después de dimitir como miembro de la secretaría técnica tras mantener una tensa relación con el entonces jefe de fútbol, Pablo Longoria, a quien Vicente critica duramente: “Me engañó varias veces y me criticó a la espalda. No me gustaba cómo actuaba y le dije a Mateo Alemany que me iba porque no podía trabajar con Longoria, que ahora, fíjate, es presidente del Olympique de Marsella. ¡Qué habrá tenido que hacer ese hombre para ser presidente de Marsella! Porque yo he trabajado con él y sé lo que es”.
Desde el punto de vista más personal, Vicente recuerda su primer contacto con el balón acompañado de su abuelo en Benicalap y su fichaje por el Levante fraguado en su pueblo de vacaciones, Eslida. Su paso por el Levante, parándose en las figuras de Pepe Balaguer y Pedro Villarroel, y su aterrizaje en el Valencia.
Y el corazón de Vicente late con más fuerza en la entrevista cuando habla de sus amigos en el fútbol, sobre todo Juan Sánchez y Albelda, y sus personas más cercanas: su inseparable mujer, Mar; sus hijos, Blanca y Sergio, destacando su apuesta por la gimnasia rítmica y el fútbol; y un momento especial de emoción, con lágrimas incluidas, cuando al final de la entrevista recuerda a su padre, a quien estuvo muy unido y que se fue antes de hora.
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Chimo Masmano
Redactor de Deportes en Radio Valencia




