El arte infinito de Kusama, en el Reina Sofía
El Museo Reina Sofía inaugura la primera exposición retrospectiva dedicada a la artista japonesa Yayoi Kusama
Auto-obliteración (Kusama, 1967) es una de las 150 obras de la artista japonesa que se podrán ver en el Museo Reina Sofía(Museo Reina Sofía)
El Museo Reina Sofía ha reunido 150 piezas de Yayoi Kusama (1929) que reflejan las principales etapas de innovación de su obra como las Infinity nets . La muestra viajará después al Centro Pompidou de París, a la Tate Modern de Londres y al Whitney Museum de Nueva York.
Con 82 años Yayoi Kusama es la artista viva con mayor prestigio en Japón. Su obra es un constante relato que fluctúa entre Oriente y Occidente desde el diálogo, el intercambio y la ruptura. En sus primeras obras hacia 1950 investiga los movimientos de la vanguardia occidental pero desde un rechazo por el expresionismo abstracto dominante.
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En 1958 viajó a Nueva York y durante los años 80 logró hacerse un sitio diferenciado en la escena del pop-art dominado por la figura de Andy Warhol. En esa etapa desarrolla sus'Infinity Nets' series de cuadros de distinto tamaño realizados con un solo gesto de su pincel que se repite hasta la infinidad como una red de puntos.
Con un concepto similar desarrolló después las 'Accumulation Sculptures' en las que utilizaba elementos cotidianos, ropa o muebles que recubre con numerosas protuberancias como falos de tela rellenos y cosidos.
A su regreso a Japón Kusama ingresó voluntariamente en un hospital psiquiátrico pero siguió creando sus esculturas para grandes instalaciones hasta llegar a obras como "The Clouds" compuesta de almohadones rellenos con diferentes formas y pintados de blanco y plata. Después de esa etapa volvió a la pintura con elementos repetitivos similares a sus primeras obras que partían de motivos naturales.
En la exposición del Reina Sofía se exhiben muestras de sus famosas obras de calabazas y sus obras con múltiples lunares. En la instalación 'I' m here, but nothing' (estoy aquí, pero nada) se contempla el interior amueblado de una casa burguesa en la que convierte lo anodino de sus elementos en algo surrealista por el ambiente de oscuridad roto por miles de lunares en las paredes y todos los muebles.
También se presenta la última instalación de Kusama titulada 'Infinity Mirrored Room', una especie de laberinto de espejos en el que el visitante se ve reflejado hasta el infinito en un ambiente de múltiples puntos lumínicos como si fueran estrellas en el espacio que cambian de color e intensidad.
