La Comunidad investiga la muerte de un joven en un centro de menores
La familia ha solicitado una segunda autopsia y no se cree la versión oficial
La Comunidad ha abierto una investigación interna para conocer con detalle el caso del joven fallecido en un centro de menores el pasado viernes. La familia, por su parte, reclama una segunda autopsia tras ver arañazos en el cuerpo
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La Consejera de Presidencia y Justicia de la CAM, Regina Plañiol, ha declarado que se ha abierto una investigación interna en el caso de Ramón Barrios, el menor de 18 años fallecido el pasado viernes en el centro de menores Teresa de Calcuta, en Brea de Tajo. Según sus palabras se ha abierto "no porque pensemos que haya habido alguna responsabilidad de mala praxis, sino para conocer los detalles y poder ser siempre transparentes con estos temas, que siempre son tristes y dolorosos, especialmente para la familia, a quien le transmito mi pésame".
También ha querido reiterar "su confianza en los profesionales de la Comunidad de Madrid, que creo que se han portado todos correctamente. Cuando sepamos los detalles compareceremos en sede parlamentaria para dar las explicaciones que correspondan".
Por su parte la familia de Ramón no termina de creerse la versión oficial que se les ha dado.
El pasado domingo, día en el que estaba programado el entierro, algunos familiares y amigos tuvieron oportunidad de ver el cuerpo. Apreciaron que había arañazos y algún moratón, por lo que decidieron hacer fotografías y suspender el entierro para solicitar una segunda autopsia. Las imágenes ya están en manos del juez.
La Cadena SER ha hablado con Esther Serrano, madre del fallecido, y ha concretado que en el cuerpo encontraron "arañazos debajo de los ojos y parte del cuello como si le hubieran agarrado, lo tiene como torcido o roto".
Además, nos ha relatado un incidente ocurrido en el centro el fin de semana anterior al fallecimiento y que les ha hecho sospechar. Según esta versión, ese domingo acusaron a Ramón de fumar en su habitación y la registraron a fondo. Luego pidieron al chico que la volviese a ordenar y este se negó, alegando que fueron ellos quienes la habían desordenado y que además era la hora de salir. Después autorizaron a Ramón a salir del centro, pero no le acercaron al pueblo más cercano y tuvo que marcharse caminando. En ese momento llamó a su madre y ésta fue a recogerle. "Le dijeron que ya volvería el fin de semana que viene; mira que lo dijo, que iban a tomar represalias" concluye Esther.
A la espera de los resultados, la familia mantiene también que Ramón se encontraba en perfecto estado de salud en el momento que se le dejó en el centro.




