"Liberqué, igualiquién, fraternicuándo"

No es una portera, es un conserje que trabaja en un garaje en el barrio de Argüelles. Renée, la portera de 'La elegancia del erizo', trabajaba desde hace casi 30 años en su edificio, Alberto pronto cumplirá los siete. Ella tiene un rico mundo interior que resulta invisible a los habitantes del inmueble, y hasta hace unos días a él le pasaba lo mismo, hasta que apareció "con la cara de frente".

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A Alberto Basterrechea no se le dan bien los clásicos trabajos "automáticos", a lo largo de su vida ha pasado 12 trabajos y en ninguno ha durado más de cinco meses ("me terminaba yendo"). Ha trabajado de peón, de periodista, en una empresa de floristería... pero donde es feliz es en su escondite, un garaje del barrio de Argüelles donde trabaja como vigilante nocturno "no llevo porra, no cobro mucho pero tengo mucho tiempo para leer".

"Los libros ya no los cuento. Los contaba al principio, cuando llegaba a Madrid y tenía que animarme en mi "lucha" contra la televisión; recuerdo que un año llegué a 414", hasta que ya no hizo falta "gané la batalla contra la televisión, ya no tengo", esta semana pasa las noches Juan Ramón Jiménez en su garita.

"Yo quiero hacer reír, sin perjudicar a los demás"

Él vive en Madrid, una ciudad de "viejos octogeniales", "trigreflautas" perdida en "occidónde". Hasta la fecha, la capital esconde "422 poemas, 210 mensajes diferentes" que Alberto fotografía y comparte en el blog de Neorrabioso, algunos duran horas, otros dos o tres años.

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Álberto Basterrechea se define como un "Poeta Globetrotter", que busca "intensificar la conciencia, ser testimonio alegre", Madrid cobija a este poeta que seduce a las paredes con el poder sus consignas "creo en la palabra, frente a pintadas como 'no sobran inmigrantes, sobra policía', 'violadores castración' o 'anticapitalismo', yo digo 'Inmigracias', 'Porque te amo tanto, no quiero cambiarte', 'en el cine de tu niñez pusieron un Zara'".

¿Reacciones? Hay para todos los gustos, pero a más de uno se le escapa una sonrisa al pasar por Príncipe Pío, Lavapiés o Vallecas.