Los ganaderos confían en mantener las vacas en el prado hasta noviembre

Los baserritarras pasan la vida pendientes de los rigores del tiempo. Julio ha dejado situaciones atípicas que no recuerdan ni los más viejos del lugar. Los ganaderos han ahorrado en pienso, mientras los agricultores han visto cómo su producción se está retrasando y han aparecido hongos en las plantas

Gloria Dehesa es ganadera en el valle de Carranza no recordaba nada semejante, "sí ha habido julios malos con tres días de lluvia, pero no así", explicaba en 'A vivir que son dos días Euskadi'. Acostumbrados a grandes sequías que obligaban a alimentar a base de pienso al ganado desde julio, las lluvias en este caso les ha beneficiado. Las vacas han podido pastar y eso supone un ahorro importante de dinero en alimento externo "si viene un agosto con algo de lluvia, permitirá que nazcan los retoños de los pastos segados en junio y podríamos mantener las vacas en el prado hasta noviembre". Tres meses más de lo habitual. ¿La pega? La última cosecha de hierba seca se ha está recogiendo coincidiendo con San Ignacio, es decir, con un retraso que hace que esté "un poco pasada".

"La berenjena está plagada de hongos"

La alegría va por barrios. Los ganaderos ven el vaso medio lleno, mientras los agricultores se echan las manos a la cabeza. Itziar Arkonada lamenta que estén plantando ahora lo que tenía que haber sembrado hace tres semanas. "El retraso es de un mes en la cosecha de solanáceas, como berenjenas o pimientos", y la siembra de invierno tampoco está cumpliendo los plazos. Ralentización en la producción hortícola a lo que, en tierras húmedas, se unen las enfermedades, "la berengena está plagada de hongos", asegura Arkonada. Confían en un agosto soleado para combatir estas situaciones.