Ejecutado el desahucio de la ong 'Paz Ahora'

El desalojo se ha ejecutado de forma pacífica. Un pequeño grupo de voluntarios de la ong han intentado sin éxito evitar que la comisión judicial pudiera subir al piso en el que se encuentra esta Ong

Eran las once menos veinte de la mañana, en el salón principal de la sede de esta Ong se apilan montones de cajas de cartón llenas de documentos. En la calle, hay apostado un grupo de periodistas pendientes del que podría ser el 'primer desahucio de una ong'. Primero llega la policía municipal, al momento el cerrajero, y casi al instante el abogado de los dueño del piso -una inmobiliaria-.

Esta vez sí, a diferencia de lo que ocurrió en el mes de septiembre, ha sido imposible evitar que el desahucio se ejecute.

Al momento todo se precipita, aparece la comisión judicial -dos funcionarios del juzgado-. Se acercan al portal custodiados por la policía, cuatro personas intentan impedir que entren, pero sin éxito. Después de varios empujones y algún forcejeo, la comisión judicial consigue entrar a la sede de la ong, impidiendo a los periodistas que puedan seguirles.

Primero vemos salir a un cerrajero "Sí ya he cambiado la cerradura, ha sido todo muy rápido. Ese es mi trabajo", nos explica, y al momento aparece un camión de mudanzas para evacuar todo el material que acabará en el depósito municipal.

En esa cajas va el trabajo de siete años, documentos e información de siete años de proyectos en zonas como Bosnia, Palestina o el Sáhara, que ahora se quedan paralizados aunque "nuestra intención es seguir adelante aunque sea trabajando desde la calle", se sincera Pilar Rodríguez, abogada de la Ong.

Hasta el cuello

Se ha llegado a esta situación, por una deuda de 15.000 euros de alquiler, deuda que arrastran desde diciembre. Si no han pagado es "porque las administraciones nos han cerrado el grifo de las ayudas. Por ejemplo, el Ministerio de Exteriores nos ha reducido a cero euros las ayudas", explica Julio Rodríguez Presidente de esta Ong.

Con el desahucio ya ejecutado esta ong negocia ahora con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital para que les cedan temporalmente un local donde puedan seguir trabajando.