Sociedad

Cáritas se siente "desbordada"

La entidad católica cierra un año en el que no han aumentado las atenciones pero sí han constatado que las personas son cada vez más dependientes a las ayudas económicas

La crisis dibuja un panorama negro en todos los ámbitos y son quienes atienden a los más desfavorecidos quienes ofrecen un diagnóstico más acertado sobre sus efectos. El presidente de Cáritas, Mikel Ruiz, hace balance del año en Radio Bilbao. "Tenemos una sensación de desbordamiento, de no poder llegar a todas las situaciones aunque al mismo tiempo, notamos el respaldo de la gente". Son la cara y la cruz. El año pasado fue el del incremento de atenciones en las oficinas de la entidad caritativa, este 2011 se caracteriza porque se ha estabilizado el aluvión de demandas pero se está agravando la situación de quienes ya reciben las ayudas. "Aproximadamente ocho de cada diez personas afectadas por la crisis -fichadas con el expediente conocido como perfil de crisis- no consigue salir". Y las perspectivas son "muy negras", según Ruiz. Una de las incógnitas que les preocupa es ver cómo incidirán el cambio de los requisitos de acceso a la Renta de Garantía de Ingresos aprobada en el Parlamento vasco, "nosotros podemos ayudar un año, no nos podemos hacer cargo de lo que corresponde a las instituciones".

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Aumentan las donaciones

Ésos son los nubarrones, pero la crisis está ofreciendo la mejor cara de voluntarios y donantes. La recaudación de Cáritas ha aumentado en 2011 y en los dos últimos ejercicios han llegado a los 3 millones de euros, lo que les ha permitido equilibrar ingresos y gastos. "Ahora el reto -sostiene Ruiz- es que no se cansen, tenemos que intentar que se mantengan pese a que hemos constatado que la sensación de miedo y agobio es cada vez más común".