La restauración del cuadro de la batalla de Lepanto, en directo en el Museo Naval de Madrid
Los visitantes del Museo Naval en Madrid podrán ver desde hoy cómo se realizan las tareas de restauración del cuadro de la batalla de Lepanto
Se trata de un óleo del siglo XVII del que se desconoce su autoría. El gran tamaño del cuadro (3x5 m.) ha desaconsejado su traslado a talleres y se ha decidido realizar su recuperación en la misma sala del museo donde se expone habitualmente
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En diciembre pasado comenzaron a darse los primeros pasos para analizar mediante fotografía ultravioleta e infrarroja los cinco paños de lienzo cosidos. Después ha empezado a quitarse la capa de barniz utilizada en la restauración a la que fue sometido en el siglo XIX. Esta mañana, subido al andamio, Fernando Fernández, uno de los miembros del equipo de restauración, nos mostraba cómo estaba aplicando estuco a las partes donde se ha perdido la capa de pintura. Aplica estuco tradicional para que en futuras intervenciones pueda quitarse sin problemas si es preciso. Después, en las partes del cuadro que estén bien documentadas, se aplicarán también pigmentos reversibles que no dañen el cuadro.
La conservadora-jefe de pintura del Museo Naval, Ana Ros, nos comenta que a medida que se elimina el barniz y el brillo van surgiendo detalles como las caras de horror de los personajes de la batalla, los estandartes de los navíos, las embarcaciones y otros elementos del cuadro. Otra de las restauradoras, Vega Bautista, se muestra entusiasmada al ir descubriendo nuevos detalles en la escena representada y dice que parece un cuadro de el Bosco. La obra ensalza al papa Pío V como promotor de la liga cristiana, encabezada por España, que frenó en 1571 el avance del Imperio Otomano por el Mediterráneo occidental. En la escena se ve a un ángel que gira la cabeza del papa para que contemple la revelación del triunfo en la batalla de Lepanto que se muestra en la parte derecha de la obra. Entre los personajes se distingue a Juan de Austria, máximo general de la Santa Liga, y a Alí Pashá, general en jefe de los turcos. Ana Ros comenta a la Cadena SER que en el cuadro parece que el papa ha trasladado a la costa de Málaga el Vaticano porque tras su figura se ven edificios de la ciudad y hasta una procesión de dominicos.
El cuadro estuvo originalmente colgado en el convento malagueño de Santo Domingo que , tras la desamortización de los bienes eclesiásticos, se convirtió en hospicio. Esta circunstancia podría explicar el deterioro que pudieron causar en el cuadro las hogueras para cocinar o calentarse utilizadas por los moradores. Se desconoce la autoría del cuadro, aunque investigaciones recientes atribuyen a Juan Niño de Guevara la parte izquierda del lienzo. En 1849 el marqués de Molins ordenó el traslado de la obra al Museo Naval.
La restauración está siendo coordinada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España, dependiente del Ministerio de Educación y Cultura. Se estima que el proceso podrá estar acabado hacia finales del mes de marzo o principios del mes de abril. En ese tiempo los visitantes del Museo Naval podrán detenerse a contemplar cómo se restaura un cuadro y los más asiduos irán descubriendo cada detalle nuevo que surja en la intervención.