Barcelona endurece sus ordenanzas para desterrar la prostitución de las calles

Se elimina el aviso previo que la guardia urbana tenía que hacer a clientes y prostitutas y la policía actuará aunque estas actividades no impidan otras.

El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado la modificación de su ordenanza de civismo, aprobada en 2006, con el objetivo de acabar con la prostitución callejera. CiU y PP se aliarán en la comisión de Presidencia para endurecer dos artículos que consideran claves. Se abren ahora 30 días de plazo para alegaciones y finalmente llegará al pleno municipal, previsiblemente en mayo.

Por un lado, se elimina la obligatoriedad que tenían los agentes de la policía local de avisar a prostitutas y clientes de que estaban incumpliendo la norma. No habrá aviso previo.

Por otra parte, se acaba con la permisibilidad del mercado del sexo siempre que no impidiera el desarrollo de las actividades ordinarias de la calle.

El Partido Popular considera que el texto actual es ambiguo y que hay que actuar sin complejos contra la prostitución. La oposición de izquierdas, por su parte, cree que con todo esto sólo se va a esconder el problema y se va a fomentar la marginación.

También recuerdan que la ordenanza de civismo no es el código penal y que si lo que se quiere es acabar con el mercado callejero del sexo, lo que hay que hacer es modificar la ley en el Congreso.