El Reina Sofía hace justicia a María Blanchard
'María Blanchard. Vanguardia e identidad' es el título de la exposición inaugurada hoy por el Museo Nacional Reina Sofía
La muestra reúne 74 obras de la artista santanderina incluyendo las creaciones de sus inicios, su etapa cubista y la vuelta a la figuración. Una pintora que brilló con luz propia en un mundo del arte de vanguardia de principios del siglo XX, dominado por los hombres.
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La retrospectiva recorre cronológicamente la trayectoria profesional de María Blanchard (1881-1932).La primera sala muestra las obras de su etapa de formación hasta 1914 en la que abarca varios géneros como la figuración, el expresionismo o el simbolismo inspirada en maestros como Anglada Camarassa o Kees Van Dongen. Obras muy centradas en el retrato con cuadros destacados como La española o La comulgante, con la que lograría cierto éxito años más tarde.
Después de esa etapa María Blanchard se instaló en París y por su inteligencia y sensibilidad artística fue aceptada por el importante grupo de artistas que vivían en la capital francesa en la segunda década del siglo XX. Llegó a compartir estudio y vivienda con artistas como Juan Gris o Diego de Rivera, con los que llegó a hacer diversos viajes por Europa y con los que compartía también tertulias artísticas en los círculos parisinos. Es la época en la que Blanchard se entrega al cubismo aportando al movimiento una plasticidad y sentimiento que no se encuentra en otros artistas. De esta etapa destacan cuadros como Mujer con abanico o La dama del abanico, Naturaleza muerta roja con lámpara o Bodegón con caja de cerillas. Un cubismo muy personal, según la comisaria María José Salazar, y más libre en la interpretación de los temas que artistas como Picasso, Braque o Gris. La injusticia de un mundo del arte dominado por hombres llegó incluso a que algunas obras de Blanchard se atribuyesen durante muchos años a Juan Gris. En los años cuarenta fue injustamente olvidada y su figura no se recuperó en España hasta bien entrados los años 70 aunque sus obras se encuentran en los principales museos de París y de Europa.
La exposición se cierra con 26 pinturas en las que se plasma su retorno a la figuración dentro del llamado movimiento Retour à l'ordre con obras realizadas entre 1919 y la fecha de su muerte. De esa época destacan cuadros como El borracho, Maternidad oval o El niño del helado. Entre las dos etapas se exhiben dibujos cubistas y figurativos.
Con esta exposición el Museo Reina Sofía continúa la recuperación de esta artista que se inició antes del verano en la Fundación botín de Santander con la muestra dedicada exclusivamente a su periodo cubista. La exposición en Madrid estará abierta desde 16 de octubre al 25 de febrero.