El último empujón en las elecciones vascas

Los partidos cierran una campaña electoral de perfil bajo, con discursos centrados en el debate independentista agitado desde Cataluña y con pocas concreciones sobre la salida de la crisis

Los partidos ponen fin a quince días de campaña. Los candidatos -y la caravana que llevan detrás- han peinado el territorio con especial atención en Álava, donde PSE y PP se han afanado por arañar los últimos votos. Ahí es donde los números están más ajustados. Tradicional feudo del PP en el que esta vez podrían imponerse PNV o EHBildu, según algunos sondeos. Por cierto, estas elecciones han supuesto el regreso de la autodenominada Izquierda Abertzale compite legalmente con el resto de listas.

La independencia ha planeado desde el primer momento, a pesar de quienes habían centrado su campaña en la crisis, que ha sido el otro gran argumento. El debate sobre el 'estatus' ha dividido a los partidos en dos bloques, los nacionalistas y constitucionalistas. El PNV defiende que Euskadi "como nación Europea"; mientras el PP y el PSE han puesto el acento en el peligro que supondría una hipotética independencia.

Primeras elecciones sin la amenaza de ETA

La campaña se cierra coincidiendo con el día en el que la banda terrorista anunció el cese de la violencia. Nadie votará amenazado o bajo el chantaje.

Primeros espadas de los partidos han viajado hasta Euskadi para arropar a los suyos. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría, Dolores de Cospedal y algunos ministros, han sido algunos de los cargos que han acompañado a Antonio Basagoiti. Desde Madrid también se ha desplazado en varias ocasiones Pérez Rubalcaba que no ha dudado en prestar su imagen a Patxi López. Lehendakaris de etapas anteriores también se han fotografiado. Ibarretxe y Ardanza con Urkullu; Garaikoetxea abrazó a Mintegi.