La primera campaña a pie de calle

Hay quien califica de anodinos los mensajes de los candidatos. Lo simbólico de estos quince días ha sido que, por primera vez, no ha existido la amenaza de ETA y todas las formaciones han estado a pie de calle. Antonio Basagoiti, candidado del PP, ha arengado a los simpatizantes en el Bulevard donostiarra, Patxi López ha colocado su atril en la plaza de la Constitución de San Sebastián.

Los populares incluso han bromeado. "Ahora somos nosotros los que hacemos pintadas", reían, al borronear un lienzo multicolor que plasmaba la pluralidad vasca. Salvo en dos ocasiones, coincidiendo con la presencia de Mariano Rajoy, el resto de actos del PP han sido en una plaza, bajo una carpa, en un parque... En definitiva, en igualdad de condiciones. Patxi López ha sido un pasajero más del tranvía en Vitoria o el 'topo' de Donostia.

Euskadi toca con los dedos la normalidad. Pero todavía hay en los mítines unos invitados siempre trajeados, con los brazos cruzados, que en lugar de mirar al orador, tienen sus ojos en el público. Queda mucho por hacer.