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Análisis:

Cómo ETA se topó con su ¿derrota?

La antesala fue la Conferencia de Aiete y la clave que la Izquierda Abertzale dejó de apoyarle al menos sin condiciones. Aiete ha sido un antes y un después en los 52 años de vida de ETA. Lo organizó Lokarri y tuvo el consenso de todos los partidos menos del PP. Liderados por el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, seis personalidades internacionales entre ellos Gerry Adams y Bertie Ahern, firmaron el 17 de octubre del año pasado una declaración de 5 puntos como punto de partida para el cese de la violencia. El primero exigía a ETA una declaración pública de cese definitivo de la actividad armada. El segundo punto demandaba a los gobiernos de España y Francia diálogo para abordar lo que se calificó de "consecuencias del conflicto", es decir: presos y desarme.

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Pero el principio del fin de la violencia fue cuando la Izquierda Abertzale asumió el mando político y le dijo a ETA que su vía había dejado de aportar. Después de más de 50 años de apoyo incondicional con los mismos objetivos ETA se encuentra sin el apoyo de Batasuna. Fue un proceso que se desarrolló dos años antes de la Conferencia de Aiete. A la antigua Batasuna ya no le es rentable "ir de la mano de ETA". Tras Aiete se volverán a unir bajo la batuta de la izquierda abertzale y con un objetivo: intentar rentabilizar lo que muchos califican de derrota como una victoria.

Insumisión de Batasuna, por tanto, y los sucesivos golpes policiales constantes de los últimos años que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han propiciado a la banda terrorista. De las últimas más relevantes la que acabó con la detención en Bayona (Francia) de Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias "Ata", número uno de ETA y uno de los últimos grandes jefes de la organización armada. Fue detenido junto con otros tres miembros de la banda armada: Arkaitz Aguirregabiria, Maite Aranalde y Benoit Aramendi y supusó el fracaso del intento de ETA por reconstruir el aparato militar y logístico de su organización armada. Tras la tregua fracasada que se vivió en la segunda legislatura del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, Carrera Sarobe, siempre se mostró ante las divisiones internas de la banda armada a favor de las tesis del jefe más duro y conocido en los últimos años de ETA: Garikoitz Aspiazu, alias "Txeroki" detenido en noviembre del año 2008. A Carrera Sarobe se le atribuye la participación en varios atentados que mataron a 5 personas y también las órdenes para instalar la base de ETA en Óbidos (Portugal).

Ahora el fin de la violencia parece que no tiene vuelta atrás. Lo dice la Guardia Civil, y la Izquierda Abertzale. La última en reafirmarlo fue la candidata a lehendakari por EHBildu Laura Mintegi. Fue muy clara en la antena de la Cadena SER la pasada semana "ETA no volverá a matar jamás".El dirigente de Batasuna, Rufi Etxeberria en una entrevista también a la SER el pasado febrero aseguró "tenemos la convicción de que el ciclo de la lucha armada se ha cerrado y tenemos la convicción de que no vamos a vivir más episodios de lucha armada por parte de ETA". También lo reconoce la Guardia Civil. Off de record y públicamente a título personal como cuándo esta cadena entrevistó al jefe del operativo que liberó al funcionario de prisiones Ortega Lara. Yo creo, decía, que "la ETA que hemos conocido, la ETA que nos ha hecho sufrir tanto no va a volver".

Otra cosa es la disolución de ETA. De momento no se vislumbra. Tras el histórico comunicado los principales actores de esta obra : ETA, sus presos, la izquierda abertzale, los mediadores internacionales, los verificadores y el gobierno apenas se han movido de sus posiciones. Doce meses después nadie se mueve. ETA no ha hablado en ningún comunicado de la posibilidad de disolverse. Si de la entrega de armas y de hecho es a lo que se ha dedicado durante este último año el aparato logístico de ETA: a recoger el armamento y esconderlo a la espera de algún movimiento por parte del gobierno. El gobierno insiste en que solo empezará a mover a los presos si ETA desaparece formalmente. A sentarse a negociar se niega por activa y por pasiva.

¿Qué ha hecho ETA en el último año?

Principalmente esperar acontecimientos en Francia y en otros países. Parte de la logística militar de ETA se ha mudado a otros países como Inglaterra, Italia e Irlanda. Se refugian en estos países con la ayuda de miembros de ETA que llevan años viviendo allí y con el objetivo de evitar la presión policial francesa a la espera de que el PP empiece a dar pasos en alguna dirección. Se mantienen en la retaguardia y en los últimos meses se han practicado varias detenciones en Italia y Gran Bretaña. Lo que queda en Francia, menos de 50 miembros encabezados por el aparato político de la organización armada, llevan meses recopilando el material a la espera de que se inicie un presunta entrega de armas. ETA no ha hablado nunca de disolución en sus últimos comunicados y el Ministerio de Interior tiene informes de la Guardia Civil que afirman categóricamente que ETA "no se va a disolver". Es una decisión que ha tomado la banda terrorista, señalan estos informes, porque "ETA se reserva la negociación de las "consecuencias del conflicto", es decir desarme y presos. A la Izquierda Abertzale, añade este informe, le designa para negociar lo que ellos califican "las causas del conflicto" es decir la estrategia política. La Izquierda Abertzale dice que tampoco lo va a hacer "porque ETA es una organización armada seria que siempre va a evitar que alguien se apropie de sus siglas". Lo que ETA si ha reconocido es que no tiene aparato militar y que no va a volver a matar.

La partida está en las cárceles

Nada se mueve. El frente 'makos' (como ETA denomina a los presos) es lo único que controla la banda ahora mismo. El gobierno dice que junto a la Izquierda Abertzale. Más de 500 presos de ETA repartidos en casi 50 prisiones y otros 150 presos en cárceles de Francia. El Ministerio de Interior ha barajado y baraja la posibilidad de realizar algún tipo de acercamiento colectivo "con condiciones" pero siempre a cambio de la disolución de ETA. En los últimos meses Interior incluso ha acentuado la dispersión a "díscolos" con las últimas decisiones de ETA. Varios presos de ETA han sido alejados de cárceles del País Vasco. El mensaje del gobierno al EPPK (colectivo de presos vascos) es claro: la única posibilidad para que los presos de ETA puedan obtener el tercer grado penitenciario, previo a la libertad condicional, es que se acojan al denominado "Plan Integral de Reinserción" que fue presentado el pasado 26 de abril. Este plan propone acercamientos al País Vasco siempre y cuando renieguen de ETA y pidan perdón a sus víctimas. Seis meses después de esta oferta ningún preso de ETA se ha acogido a este plan, al que si se han suscrito siete miembros del GRAPO y varios presos islamistas.

¿Y qué pasa con los refugiados y huidos de ETA?. Nada tampoco. Más de un centenar de refugiados y huidos de la organización armada esperando un acuerdo judicial para volver al País Vasco. La mayoría en Sudamérica y en Cuba. Algunos ya, menos de una decena, en el País Vasco Francés en situación alegal. Toca esperar. Pero esperar en condiciones sabiendo que de momento ETA no va a volver a matar y que "no hay ningún indicio de que vaya a ver una escisión a gran escala". Todo se andará, no queda otra.

Ana Terradillos

Ana Terradillos

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra (1991-1996) y en Ciencias Políticas por la UNED...

 
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